Una vez que concluya la pericia, los restos del joven de 17 años serán entregados a su familia para que puedan proceder al entierro. Previamente, se hará la extracción de los órganos, por decisión de los papás.
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El adolescente fue baleado en la cabeza cuando se trasladaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas, luego de haber concurrido al club.
Esta última decisión fue la que demoró el procedimiento médico legal. Mientras tanto se sigue trabajando en el laboratorio pericial de la PFA con las armas incautadas a los policías. Son tres pistolas calibre 9 mm usadas para disparar contra el auto en el que viajaba Lucas con sus amigos.
Una fuente de la investigación le confirmó a A24.com que fueron dos los policías que dispararon contra el vehículo, aunque todavía faltan confirmar los detalles una vez que concluya la tarea de los peritos.
La llamada de un fiscal a la madre de Lucas González
En las primeras horas del sábado, el fiscal Leonel Gómez Barbella se comunicó con Cintia López, la madre de Lucas, para darle su apoyo e informarle las novedades de la causa.
Además, puso a disposición de las familias a los profesionales de la Dirección de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC).
Mientras tanto, los fiscales solicitaron la detención de los tres policías. En su presentación, señalaron que los tres policías son sospechosos de haber cometido un homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas de seguridad abusando de sus funciones.
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En esa línea, destacaron que “existen serios indicios que hacen sospechar de que los imputados, han tergiversado los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no sólo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también de entorpecer la investigación”.
Agregaron también que “cuentan con posibilidad cierta de amedrentar y hostigar a testigos y familiares, más aún conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia”.
Por último, los fiscales argumentaron que existe peligro de fuga “en razón de que, el hecho de pertenecer a una fuerza de seguridad policial los ha dotado de diversos conocimientos acerca de qué acciones y maniobras son hábiles y efectivas para desarrollar con miras a sustraerse del proceso, además de que, dicha posición los hace acreedores de un sinnúmero de personas de referencia dentro de la fuerza que podrían colaborar en tal objetivo”