Perfil criminal

Crimen de María Marta García Belsunce: las pruebas y testimonios que condenaron a Nicolás Pachelo

En un fallo de 400 páginas, los magistrados de Sala II de la Cámara de Casación penal bonaerense dieron por probado que fue el autor del homicidio ocurrido en el country Carmel.

Redacción A24.com
por Redacción A24.com |
Nicolás Pachelo

Nicolás Pachelo, condenado (Foto: archivo).

Con un giro sorpresivo, este miércoles, los jueces Fernando Mancini y Florencia Budiño dieron por probado que Nicolás Pachelo asesinó a María Marta García Belsunce tras entrar a robar a su casa del barrio cerrado Carmel en 2002. El tribunal dejó, sí, sin efecto la absolución que tuvo lugar hace dos años y lo condenó como autor del robo y el homicidio.

En un fallo de 400 páginas, los magistrados de Sala II de la Cámara de Casación penal bonaerense criticaron a los funcionarios judiciales del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro que años atrás votaron la absolución. Así, hicieron lugar “a los recursos interpuestos por los acusadores” y convalidaron "el veredicto condenatorio de la minoría”. Además, hicieron un repaso de las pruebas y testimonios del caso.

Cómo fue el asesinato de María Marta García Belsunce

Para Mancini y Budiño, el día del crimen Pachelo “ingresó en la propiedad situada en Santa Lucía sin número del barrio Carmel, donde residían García Belsunce y Carrascosa, y mientras se encontraba desarrollando su plan delictivo en el interior de la vivienda, advertida María Marta de la presencia del intruso, en la planta superior de la casa, a fin procurar su impunidad debido al conocimiento que de él tenía la víctima, procedió a propinarle golpes de puño en el rostro y en el cuerpo, para luego, con la inequívoca voluntad de darle muerte en busca de impunidad, efectuarle con el arma que portaba, un revólver calibre 32, seis disparos sobre la damnificada”.

Las pruebas y testimonios que condenaron a Nicolás Pachelo

Para condenarlo, los jueces analizaron el robo del cofre metálico de la Asociación Amigos del Pilar que desapareció de la casa de María Marta y que se afirma fue sustraído por el asesino. “El tribunal no se animó a descartar la real existencia del cofre y su desaparición -lo cual resultaría de suma dificultad frente al plexo de pruebas que sostienen tales realidades-, empero, señaló, que no existía certidumbre que la desaparición tuviera vinculación con los sucesos acontecidos el día 27 de octubre de 2002 en la casa de la víctima”, argumentó la Sala II.

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Nicolás Pachelo fue condenado a perpetua (Foto: archivo).

Nicolás Pachelo fue condenado a perpetua (Foto: archivo).

Los magistrados remarcaron, además, que la víctima conocía al homicida y que por eso fue asesinada: “Debe coincidirse con el forense, en que el matador quería la muerte de García Belsunce en forma inmediata y sin chance en contrario, en tanto con ello podía asegurarse alguna consecuencia de su interés, que en el panorama de circunstancias probadas dan asidero a la búsqueda de impunidad del asaltante a quien García Belsunce debió reconocer”.

Además, explicaron que el autor del hecho tenía acceso irrestricto al Carmel: “El asalto aconteció en el interior de un barrio cerrado, en el que no se verificó vulneración a su perímetro aquel domingo, en donde no ingresaban -en ese día- ni proveedores ni personal de servicios vinculados con el mantenimiento de las propiedades. Es evidente que el ejecutor se encontraba en el Carmel, pues, o era socio del club o ingresó con uno de ellos, o cuanto menos, con la autorización de un socio, siendo todavía posible que laborara aquel día en el barrio cerrado. No obstante, y en cualquier caso, además, el autor era conocido por la víctima”.

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Años atrás, Pachelo, en libertad. A la izquierda, María Marta García Belsunce (Foto: archivo).

Años atrás, Pachelo, en libertad. A la izquierda, María Marta García Belsunce (Foto: archivo).

También, recalcaron el modus operandi de los robos de Pachelo. “En el espacioso seleccionar de víctimas del acusado, cuanto las formas de llevar adelante las malfetrías, no dejan de cerrar un conjunto de notas características que exponen la predilección de Pachelo hacia el ingreso de domicilios particulares, sobre los cuales -por cercanía o conocimiento- adquiría ventajas hacia sus designios delictivos”.

Por último, revisaron una serie de testimonios, entre ellos, el de un empleado de la familia Pachelo llamado Simón. “El testigo dijo que se enteró ‘de la muerte de la señora’ dos o tres días luego -martes o miércoles-, siendo que ‘Nico’ fue a la oficina y le hizo una pregunta ‘rara’, al interrogarlo qué pensaba de esta mujer que mataron si no aparece el arma”, afirmaron.

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Nicolás Pachelo, durante el juicio que lo absolvió en 2022 (Foto: archivo).

Nicolás Pachelo, durante el juicio que lo absolvió en 2022 (Foto: archivo).

Loa jueces también analizaron los dichos de otro testigo que vio a Pachelo en una estación de servicio cuando no se sabía del crimen: “En esas circunstancias, explicó, Pachelo ordenó un café, se levantó hasta la barra para pedir medialunas y en ese momento preguntó si ‘sabíamos algo de la mujer que mataron en el country’. Puntualizó, asimismo, que si bien era habitual la presencia del nombrado, no era usual verlo en ese horario tan temprano, sino más próximo al mediodía”.

Y en la misma línea, aseveraron que fue clave el testimonio de los entonces adolescentes que vieron a Pachelo corriendo los momentos previos al crimen. “Resulta de toda evidencia que si los tres jóvenes, luego de concluido el partido de futbol entre Boca y River salieron del club house de menores sin mayor demora, y luego de caminar algunos minutos advirtieron la presencia de Pachelo allí donde lo ubicaron desplazándose a la carrera con pantalón corto y buzo, es imposible que Pachelo, bañado y cambiado, estuviera en compañía de su madre y su hijo en el Paseo Alcorta de la ciudad de Buenos Aires a las 19:40 horas, juguete en mano, según lo explicaba, si el desplazamiento entre la ciudad de Pilar y Buenos Aires se hizo por medio de un automóvil”.