A partir de la reconstrucción de los hechos de los familiares, el menor salió a jugar al recreo se tropezó y cayó por las escaleras. Las autoridades escolares decidieron aplicarle hielo y llamar a sus padres para que lo retiren del establecimiento.
El gobierno porteño desmintió la versión de la familia
Desde el Ministerio de Educación y Salud porteño dan una versión diferente: “En la escuela no sé cayó de una escalera, se dobló el tobillo el lunes 23 previo a la salida y los docentes y directivos le avisaron al papá de lo sucedido”, afirman.
Según el gobierno porteño, el lunes 23 el niño le habría dicho a la maestra minutos antes de finalizar la jornada escolar que se torció el tobillo. Inmediatamente fue informada la vicedirectora quien a la salida de la escuela informó al papá que vino a retirar al estudiante. Ese fue el último día que el menor asiste al colegio.
A partir del martes el menor no concurrió más a la escuela, pero si asistió su hermano. Cuando se le preguntó a la familia sobre el niño, la mamá dijo que estaba enfermo, y que luego haría llegar el certificado médico correspondiente.
Los médicos del Hospital General de Agudos Cecilia Grierson denuncian el día viernes 27 que ese día por la mañana ingresó al hospital un menor junto a sus padres, con un golpe en el muslo derecho, que le provocaba mucho dolor.
Los padres indicaron que había sido accidental, ocurrido el pasado 23 de octubre y que los hematomas y el dolor se fueron agravando.
La médica deja constancia de que inadvertidamente los padres se retiraron del hospital sin aportar datos de contacto y dejando allí a su hijo. A pesar del tratamiento que se le brindó, el menor sufrió una infección bacteriana en el torrente sanguíneo (sepsis) que le provocó la muerte.