Leonardo Cositorto, fundador de Generación Zoe, no logró concretar un acuerdo con los damnificados, por lo que el juicio en su contra por estafa piramidal sigue adelante.
El debate oral se había suspendido desde el viernes 18 de octubre tras una sorpresiva propuesta del ex líder del coaching.
Leonardo Cositorto, fundador de Generación Zoe, no logró concretar un acuerdo con los damnificados, por lo que el juicio en su contra por estafa piramidal sigue adelante.
A pesar de que los ahorristas habrían aceptado dólares e inmuebles como reparación del daño, los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo rechazaron el pacto, debido a que la Justicia no aprobó la forma de pago.
El Tribunal de Juicio de Goya, presidido por Ricardo Carbajal, había recibido el acuerdo el lunes, tras varias revisiones por parte de las partes involucradas. Sin embargo, este miércoles los fiscales decidieron desestimar el arreglo, lo que impide poner fin al juicio a través de un medio alternativo.
Desde el viernes 18 de octubre, el proceso judicial se había detenido temporalmente para evaluar la posibilidad de un acuerdo económico. No obstante, Carbajal recordó que los mecanismos alternativos tienen límites de tiempo, y no se pueden mantener ambas vías –juicio y acuerdo– abiertas al mismo tiempo.
Con el rechazo del acuerdo, el juicio contra Cositorto y otros imputados por la estafa piramidal seguirá su curso en Corrientes.
Cositorto fue apresado el 4 de abril de 2022 en República Dominicana, acusado de haber estafado a cientos de ahorristas, a quienes prometía ganancias a partir de las inversiones de capital. Sin embargo, muchos de ellos terminaron perdiendo su dinero.
Su compañía, Generación Zoe o Zoe Cash, era una organización que se presentaba como una empresa de coaching y liderazgo, además de ofrecer paquetes educativos.
Tenía lugar físico principalmente en Córdoba y estaba dirigida por el coach Leonardo Cositorto, quien ofrecía devoluciones sobre la inversión con valores inéditos varias veces por encima de cualquier otro negocio conocido.
Generación Zoe también afirmaba incursionar en otros negocios, tales como la minería, la venta de autos, la salud, la estética, el real estate y el fútbol.
El esquema arrancaba a partir de la firma de un contrato a cambio de los servicios de coaching ontológico, espiritual y educación financiera en Generación Zoe.
De esta manera, las personas que se sumaban a la organización con aportes en dólares recibían una renta mensual supuestamente "asegurada" por encima de los valores que dejan otros negocios.
Para agrandar la base de clientes, desde Zoe usaban el esquema Ponzi y se les advertía que esa ganancia garantizada podía crecer si la persona presentaba dos, tres o más "inversionistas" a la red.