Para evitar que la cuasa llegue a juicio, luego de haber sido condenado por discriminación, el youtuber y tuitero Emanuel Danann fue quien solicitó la probation y se ofreció a cumplir con tareas comunitarias, además de realizar un taller sobre Género y Violencia Intrafamiliar del Programa de Educación en Derechos Humanos.
El hostigamiento sistemático se llevó a cabo a través de redes sociales, fundamentalmente X, desde cuentas de “influencers” o cuentas anónimas con numerosos seguidores, cuya tarea fue replicar el contenido.
Manuel Jorge Gorostiaga fue uno de los principales autores de la campaña que tuvo por objeto desacreditar públicamente y silenciar a la periodista, por entonces editora de Género en un canal de noticias, por ser referente de las agendas que promueven la igualdad.
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Marina Abiuso denunció al influencer. (Foto: Facultad de periodismo)
Amnistía Internacional Argentina se expresó tras conocer la resolución judicial: “Este caso se inserta en un contexto local de una escalada de discursos que incitan a la violencia y a la discriminación hacia periodistas que cubren las agendas de género y diversidad”.
Marina Abiuso ha tenido temor de salir a la calle y hablar públicamente, y el hostigamiento sistemático en redes ha afectado su desarrollo profesional, su salud mental y su libertad de expresión.
La periodista decidió cerrar su perfil de X y autocensurarse
Es por ello que la periodista decidió cerrar su perfil de X y autocensurarse, pese a que las plataformas sociales son un espacio fundamental para difundir y amplificar su trabajo como comunicadora.
En ese sentido, diversas entidades, como la Agencia Nacional de Periodismo y ADEPA, manifestaron públicamente su rechazo al escrache, las acusaciones falsas y el hostigamiento vivido por Marina Abiuso.
Asimismo, numerosos organismos de protección internacional de derechos humanos se han pronunciado para condenar las agresiones específicas contra las periodistas mujeres en el ejercicio de su labor, incluidas la discriminación y la violencia por razones de sexo y género, la intimidación y el acoso en Internet o en otros medios.
La denuncia que realizó Marina Abiuso y que Amnistía Internacional acompañó el último año, no tiene como objeto buscar límites a la libertad de expresión sino precisamente resguardarlos. El disciplinamiento que estos ataques generan son una afectación en el libre ejercicio profesional y expanden ese temor a otras colegas y activistas con voz pública.