En su primera declaración ante el fiscal que lleva adelante la investigación del crimen del empresario, Pilepich sostuvo que el 18 de julio pasado, cuando se hallaban en una de las oficinas de Renacer observó a Vargas “desencajado con una pistola en la mano” y que le dijo “este hijo de puta no daba para más”, en referencia a “Lechuga” Pérez Algaba, a quien vio tirado en el piso cuando ya había fallecido.
Nahuel Vargas, otro de los detenidos, señaló a Pilepich como el responsable de dispararle dos tiros por la espalda a Pérez Algaba mientras cambiaba unas "lamparitas" en una de las oficinas que habían sido montadas en el establecimiento inmobiliario "Renacer", y que esa construcción fue demolida tras el crimen para "tapar" el hecho.
La autopsia determinó que Fernando Pérez Algaba recibió dos balazos por la espalda y que el descuartizamiento se concretó cuando el hombre ya estaba fallecido.