En su presentación, Gil explicó que el 18 de julio pasado, cuando Pérez Algaba fue visto por última vez y se presume que fue asesinado en el predio Renacer, en General Rodríguez, se hallaba jugando al pádel en la zona de San Miguel, y que esa tarde recibió un llamado de Pilepich que le pidió que se dirigiera a encontrarse con él en una farmacia en el denominado "Puente Gnecco".
Explicó que una vez que se encontraron, Pilepich le pidió que se dirigiera a Renacer, le dijo que estaba "todo mal" y que lo espere allí, por lo que concurrió al predio cerca de las 20 de ese 18 de julio hasta la medianoche.
La declaración que complica a Maximiliano Pilepich
"Me pide el teléfono y lo pone en modo avión. Me dice 'después te cuento'. No me sorprendió el pedido ya que nada solía ser 'muy normal' en la vida de Maximiliano", dijo el imputado y recordó que entre los apodos que le pusieron a Pilepich era "película", porque "tenía secuencias que eran de película" .
Luego, agregó que esa noche no vio nada en relación al crimen de Pérez Algaba y explicó que al día siguiente Pilepich le pidió concurriera con Nahuel Vargas, otro de los principales sospechosos del crimen, a llevarle una suma de dinero al imputado Luis Alberto Contrera, a quien no conocía.
La sospecha de los investigadores es que Contrera fue el encargado de deshacerse del cadáver del empresario asesinado y quien arrojó los restos dentro de una valija roba al arroyo de Ingeniero Budge.
"En el viaje con Nahuel fue todo raro, ya que no hablaba mucho. Estaba como pálido y con la mirada desencajada", explicó Gil, quien agregó que cuando le consultó algo, éste le respondió "no preguntes, me la mandé, no daba para más".
"Si fuera necesario aclaro que: No maté a nadie. No vi a nadie matar a ninguna persona. No planifique ninguna muerte. No tenía ninguna deuda con Pérez Algaba", afirmó Gil.