Con respecto a la identidad de los asaltantes, el jubilado dijo: “Todos tenían pasamontañas, uno dio la orden de irse y se subieron todos a un auto y se dieron a la fuga. Se llevaron todo, no dejaron nada sin revolver”, relató Raúl.
Los delincuentes escaparon tras escuchar los gritos de ayuda de Cecilia, la esposa de Raúl, que en un momento de descuido salió al balcón para avisarle a los vecinos que les estaban robando.
Inmediatamente, ni bien se fueron, Raúl cruzó para avisarle a su vecina del robo ya que los ladrones se habían llevado todos los teléfonos de la casa. La policía llegó a los pocos minutos: “Si estaban adentro, ellos iban a saber que estaban llegando porque tenían pinchada la secuencia policial”, dijo.
Ante las sospechas de que alguien podría haberlos entregado o haber pasado algún dato a la banda delictiva, Raúl analizó: “Yo tengo una linda casa, un negocio hace 40 años, pero no sé por qué me tocó a mí. No sé si alguien pasó algún dato, pero la verdad es que no sé”.
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Así quedó la casa de los jubilados tras el paso de los delincuentes. (Foto: TN)
El dolor del robo que casi le da un infarto al jubilado
El hombre conto que: “Entre el miedo y la desesperación me empezó a dar un infarto que mi mujer me ayudó y me hizo masajes en el pecho”.
“Mi única hija se fue afuera, se fue al exterior. No se puede vivir así. Uno trabaja toda la vida para tener algo y en 5 minutos se llevan lo que a uno le costó un montón”, agregó y comparó la Argentina de hoy en día con la que vivieron sus padres: “Mis viejos salían a la puerta con las sillas a tomar mate y ahora no se puede salir a la calle. ”
En cuanto a la investigación sobre el robo, la policía hizo los peritajes correspondientes y pidieron las cámaras de seguridad de los vecinos y del municipio para tratar de dar con los delincuentes.