María del Carmen, madre de César Cárdenas, cuestiona la versión oficial sobre la muerte de su hijo. Afirma que “no se tiró al río”, sugiriendo una posible muerte violenta.
María del Carmen, madre de César Cárdenas, cuestiona la versión oficial sobre la muerte de su hijo. Afirma que “no se tiró al río”, sugiriendo una posible muerte violenta.
María del Carmen, madre de César Cárdenas, cuestiona la versión oficial sobre la muerte de su hijo. Afirma que “no se tiró al río”, sugiriendo una posible muerte violenta.
La madre de César Cárdenas, María del Carmen, rompió el silencio tras la trágica muerte de su hijo y realizó fuertes declaraciones que ponen en duda la versión oficial de los hechos. Según la madre del joven de 33 años, quien estaba a punto de completar su carrera de abogacía, su hijo “no se tiró al río” como han sugerido las autoridades, sino que habría muerto de manera más violenta. Las declaraciones surgen mientras la investigación sobre las circunstancias de su muerte sigue en curso y la familia continúa buscando respuestas.
María del Carmen se mostró profundamente indignada con el manejo de las instituciones que tuvieron contacto con su hijo antes de su muerte. Según relató en una entrevista con el medio TN, César “entró tres veces a un hospital y lo dejaron ir”, y la familia nunca fue informada de que él había recibido atención médica. “No hicieron las cosas bien”, aseguró la madre, expresando su desconcierto por el accionar del hospital y reclamando explicaciones sobre el procedimiento seguido con su hijo en las horas previas a su desaparición.
César Cárdenas, oriundo de Tandil, había viajado a Buenos Aires el domingo 13 de octubre con el objetivo de rendir la última materia de su carrera en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). Al no haber informado de su viaje a sus padres, su desaparición se volvió aún más inquietante, especialmente cuando el joven no se comunicó para saludar a su madre en el Día de la Madre, como era su costumbre. La familia, preocupada por esta inusual ausencia de contacto, se enteró de su viaje únicamente a través de la universidad, donde estaba registrado para presentar su última evaluación.
El 13 de octubre, al no saber nada de él, la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Tandil emitió un pedido de búsqueda urgente para dar con su paradero. Sin embargo, los esfuerzos resultaron infructuosos hasta el viernes 25 de octubre, cuando el cuerpo de César, conocido como “Miguel” entre sus seres queridos, fue hallado sin vida en la orilla del Riachuelo.
Cuando las autoridades encontraron el cuerpo de César en el Riachuelo, la noticia cayó como un golpe demoledor sobre su familia, que de inmediato viajó desde Tandil hasta Buenos Aires con la esperanza de obtener respuestas sobre los últimos momentos del joven. Sin embargo, lo que debería haber traído un cierre al doloroso proceso de búsqueda dejó a la familia con aún más preguntas e incertidumbre sobre lo sucedido.
“Todavía ni sé realmente cómo pasaron los hechos. No tenemos acceso a nada hasta el momento”, explicó la madre, describiendo la desesperante falta de información y el hermetismo que rodea el caso. A pesar de los rumores que han sugerido que César podría haberse suicidado arrojándose al río, María del Carmen asegura que “a mí me informaron de que eso no fue así”, lo cual alimenta su sospecha de que la muerte de su hijo pudo haber sido violenta y no el resultado de una decisión propia.
Uno de los puntos de mayor indignación para la madre de César radica en el hecho de que el joven fue atendido en un hospital en tres ocasiones diferentes antes de que su cuerpo fuera hallado sin vida. María del Carmen cuestiona las decisiones del personal médico de permitir que César se marchara sin avisar a sus familiares, especialmente considerando su estado mental en esos momentos críticos.
“Tampoco avisaron a la familia pudiendo hacerlo. No hicieron las cosas bien”, afirmó con frustración en su declaración a la prensa. La madre espera que esta denuncia despierte una revisión sobre el protocolo en los hospitales para evitar que otros pacientes en situaciones similares queden desprotegidos. La familia también ha solicitado acceso a los registros de su paso por el hospital, que hasta el momento no han sido compartidos, a fin de comprender qué motivó su internación y qué razones llevaron a que no se diera aviso a sus seres queridos.
Las autoridades no han hecho públicos aún los detalles específicos de las condiciones en las que fue hallado el cuerpo de César en la orilla del Riachuelo, lo que ha alimentado múltiples hipótesis en torno a su muerte. Sin embargo, la madre del joven sostiene firmemente que “César no se tiró al río”, lo que sugiere que alguien más podría haber estado involucrado en su fallecimiento.
Este supuesto es respaldado por algunos de los allegados a la familia, quienes argumentan que el comportamiento de César no era compatible con alguien que contemplara el suicidio, menos aún después de haber llegado a una de las metas más esperadas de su vida: graduarse de abogado. Este contexto refuerza la esperanza de sus familiares de que se siga una línea de investigación que abarque todas las posibilidades, incluido un posible homicidio.
La familia de César Cárdenas ha lanzado un pedido público de justicia, que exige que el caso sea investigado de forma exhaustiva para aclarar las circunstancias de la muerte del joven. La madre de César afirmó que no descansará hasta que se sepa toda la verdad y, en sus palabras, “la memoria de mi hijo sea respetada”. La comunidad de Tandil, conmocionada por el desenlace, ha manifestado su apoyo a la familia, a la vez que comparte la exigencia de que no queden cabos sueltos en una investigación que hasta el momento ha ofrecido pocas respuestas y muchas dudas.
La incertidumbre que rodea este caso refleja una inquietud latente sobre los protocolos en los centros de salud y las medidas de seguridad en espacios urbanos como el Riachuelo, donde el cuerpo de César fue encontrado. Para la familia, la falta de claridad sobre lo ocurrido en sus últimos días de vida resulta insostenible y han solicitado ayuda para obtener acceso a la información pertinente de su paso por el hospital, así como detalles forenses que puedan aclarar las condiciones en las que el cuerpo fue hallado.
A medida que el proceso de investigación avanza, el relato de María del Carmen sigue siendo un recordatorio de la angustia de una madre que perdió a su hijo en circunstancias trágicas, exigiendo no solo justicia, sino también respuestas que puedan aliviar, en algún grado, la pérdida irreparable que la familia ha sufrido.