El análisis de Fernando Burlando sobre el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa
El abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, manifestó que ellos entienden que "todos (los acusados) hicieron un aporte imprescindible para la muerte de Fernando" y "todos están muy comprometidos", por lo que les corresponde la pena por el delito de homicidio agravado por premeditación y alevosía, que es la de prisión perpetua.
Consultado por el canal TN sobre la estrategia defensiva de que algunos de los acusados declaren en los últimos días del juicio, el abogado consideró que "tiene que ver con alto grado de poca inteligencia", ya que las imágenes del hecho incorporadas a la causa se contradicen con los dichos de los imputados.
"En qué cabeza entra una declaración de esta naturaleza, donde a lo que se dice no se puede darle viso de realidad porque se ve otra cosa. Es una actitud muy displicente para con la verdad", cuestionó Burlando.
Ante la consulta"¿justicia es perpetua?, el abogado explicó que "las posibilidades pueden ser varias, hay que ver qué interpreta el tribunal, son muchas pruebas, pero en el derecho no es como en la matemática, es diferente. Nosotros entendemos que todos deben pasar su vida dentro de una prisión porque aportaron algo imprescindible para que este hecho acaezca".
"Si no estamos conformes con la sentencia no la vamos a dejar así, vamos a seguir adelante", añadió. En tal sentido, Burlando reveló que con los padres de Fernando Báez Sosa ya analizó los escenarios y les hizo un esquema de cuáles son las alternativas y posibilidades.
"Son tan gente de bien, que aceptarán la ley, no otra cosa, como lo demostraron el otro día, haciendo de una tragedia un acto de solidaridad", concluyó.
La actitud de Máximo Thomsen
Sobre el rugbier que es acusado de ser el principal agresor de Báez Sosa, Burlando remarcó que “Thomsen dice que él fue a defender a un amigo que le pegaban, pero no le movieron ni un pelo, mintió”.
Además, el letrado sostuvo que en su testimonio el joven les pidió perdón a los papás de Fernando Báez Sosa pero que nunca los pudo mirar a los ojos.