El juicio contra los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa ingresó esta semana en su etapa final para pasar de las testimoniales a los alegatos. Se estima que la lectura del veredicto se dará a conocer el 31 de enero.
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El juicio contra los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa ingresó esta semana en su etapa final para pasar de las testimoniales a los alegatos. Se estima que la lectura del veredicto se dará a conocer el 31 de enero.
La decisión judicial y el destino de los ocho acusados estará a cargo de los jueces María Claudia Castro, presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Lázzari.
La más conocida públicamente de ellos es Castro, quien hasta 2014 se desempeñó como fiscal. Uno de los casos más recordados de su carrera fue el asesinato de José Luis Cabezas en 1997, donde se desempeñó como fiscal de instrucción.
Castro es oriunda de la localidad bonaerense de Azul y egresada de la Universidad Nacional de La Plata. La letrada se encuentra radicada en la ciudad de Dolores, donde se desarrolla el juicio contras los ocho acusados del crimen de Fernando Báez Sosa.
La última audiencia del juicio oral contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa se llevaba a cabo durante la mañana de este miércoles, cuando además se cumplen tres años del hecho.
Aunque solo declararon peritos solicitados por la defensa, el ojo estará puesto en la concentración de las 19 en el anfiteatro de Dolores, donde familiares de Fernando realizarán una colecta solidaria para "que el dolor se transforme en ayuda".
Durante las 13 audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores desfilaron diversos testigos que dieron testimonio. Entre ellos se destacaron amigos de la víctima, personas que presenciaron el ataque y crimen, peritos de la Policía Federal, médicos, bomberos y efectivos policiales.
Además, ocurrió algo que pocos pensaban que iba a suceder, ya que los rugbiers comenzaron a dejar atrás el "pacto de silencio". Así, el primero en declarar fue Luciano Pertossi, luego lo hizo Máximo Thomsen, el acusado más complicado, y ayer pidió la palabra Ciro Pertossi.