Violencia

Gatillo fácil: se registra un muerto cada 20 horas por episodios de violencia policial

Aparentemente otro episodio de "gatillo fácil" salpica a la policía. Según cifras de CORREPI, más de 400 personas murieron a manos de policías en situaciones sospechosas
Kristel Freire
por Kristel Freire |
Desde la vuelta a la democracia hasta noviembre del 2020

Desde la vuelta a la democracia hasta noviembre del 2020, fueron reportados 7.587 casos de violencia policial en todo el país.

Según cifras de la Coordinación contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), que presenta cada año un informe de gatillo fácil, desde enero de 2021 hasta noviembre de este año se han registrado 400 casos de asesinatos en manos de las fuerzas policiales en todo el país.

En 2020, el relevamiento de asesinatos en situaciones sospechosas por parte de policías terminó con 537 casos totales. Desde la vuelta a la democracia hasta noviembre del 2020, fueron reportados 7.587 casos de violencia policial en todo el país.

La provincia con más casos de violencia policial y "gatillo fácil" es la Provincia de Buenos Aires. En segundo lugar se encuentra Santa Fe y en tercer lugar Córdoba.

El ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’ Alessandro, puso en duda los datos de la CORREPI, ya que, según él, este organismo toma como referencia casos que no son específicamente "gatillo fácil".

Muchos de los casos son de enfrentamientos que tienen los policías, y más del 90% sucedieron cuando entraban o salían de sus casas, no cuando estaban en servicio, y fueron en la provincia de Buenos Aires, donde vive la gran mayoría de los policías de la Ciudad”, indicó D’Alessandro.

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Los sectores más vulnerables a ser presa del "gatillo fácil" son los más pobres

Según un informe presentado por Amnistía Internacional hubo más de 30 casos de violencia policial en contexto de pandemia. Pero, lo más remarcable es que las zonas donde ocurren estos "incidentes" suelen ser lugares precarizados, barrios pobres y asentamientos ilegales. "La mayoría de los casos se produjeron en contextos de vulnerabilidad y/o pobreza", remarcaron desde la ONG.

Según Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad deben tener límites claros, el ejercicio de sus facultades "no debe traducirse en el ensañamiento o disciplinamiento de personas o grupos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social".

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"Estamos realmente desamparados. El poder político y la justicia hacen oídos sordos, sólo tenemos el apoyo de nuestros abogados y de algunas entidades", advirtió al medio IPS, Mabel Maidana, madre un joven de 17 años asesinado por la policía.

"Todos los días, muchos de esos abusos (policiales) son recogidos por la prensa argentina, en artículos sobre jóvenes muertos en comisarías, desaparecidos luego de ser arrestados por la policía, inocentes baleados en tiroteos innecesarios o supuestos criminales abatidos en dudosos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad", asegura un informe realizado por Human Rights Watch/Americas, de Estados Unidos, y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de Argentina

"El trabajo del CELS es un buen trabajo de recopilación, pero no plantea que esas muertes son parte de una política represiva, no sólo un problema de abuso policial", señaló a IPS el abogado León Zimerman, representante de familias de jóvenes asesinados por la policía.

"La represión de los sectores populares no es un problema de este gobierno, sino que viene desde la dictadura militar", sostuvo, además agregó: "Hay quienes han enseñado a los policías esa metodología, son los mismos que después los protegen y los encubren".

Casos recientes: Luciano Olivera, el chico asesinado en Miramar y Lucas Gónzalez, asesinado por policías vestidos de civil

Acusados crimen Lucas Gonzalez

El caso de Luciano Olivera, un adolescente de 16 años asesinado por un policía durante esta madrugada en la ciudad de Miramar en un control policial es el último de los casos de "gatillo fácil". El oficial se encuentra detenido en "estado de shock nervioso" tras afirmar que se le "escapó un tiro", según informaron fuentes locales.

Los familiares de Olivera reclaman justicia y un cambio en la estrategia de seguridad. Yésica, una de sus primas, contó a A24 que el menor “estaba jugando a la pelota” antes de su asesinato y que “iba a la casa de vuelta a dormir”. Según detalló, Luciano Olivera integraba el club Once Unidos de Miramar.

En el caso de Lucas González, el futbolista de Barracas Central a quien asesinaron luego de una persecución policial y que causó conmoción en todo el país es otro de los casos. No solo por la crueldad con la que fue abatido Lucas, sino porque en un intento por salvarse a sí mismos, los policías implantaron pruebas falsas para simular que se encontraban en un enfrentamiento y que el tiro que mató a Lucas fue en defensa propia.