"Ellos necesitaban un culpable y por eso me llevaron a mí", aseguró Gastón Zárate, el hombre conocido públicamente como el "perejil" del caso de Nora Dalmasso por haber sido imputado falsamente en 2006 aunque luego fue absuelto por falta de pruebas.
Gastón Zárate, conocido como el "perejil" del caso Nora Dalmasso. (Captura)
"Ellos necesitaban un culpable y por eso me llevaron a mí", aseguró Gastón Zárate, el hombre conocido públicamente como el "perejil" del caso de Nora Dalmasso por haber sido imputado falsamente en 2006 aunque luego fue absuelto por falta de pruebas.
En un diálogo exclusivo con A24, Zárate contó cómo cambió su vida laboral y familiar a partir de la acusación que lo llevo a estar 24 horas preso. Hoy, desvinculado de la causa, opina sobre el juicio que acontece en Río Cuarto, Córdoba, para determinar quién asesinó a Nora Dalmasso 15 años atrás en el country Villa Golf Club.
El hombre de 42 años, que se desempeñaba como pintor cuando fue contratado para trabajar en la casa de la familia Macarrón Dalmasso en 2006, dijo que su vida cambió para siempre cuando "la policía" lo llevó "a dos cuadras" de su casa y le dijo "que uno de nosotros (tenía dos compañeros) tenía que ser el culpable para tapar el caso".
"Los que me armaron todo fueron la policía y el entorno de (Marcelo) Macarrón. Plantaron pruebas, ellos me armaron todo", aseguró.
"Los estaban presionando, entonces necesitaban a uno de nosotros", afirmó Zárate, quien confesó además que su involucramiento en la causa lo perjudicó "laboralmente", porque nunca más pudo volver a tener un trabajo formal. "Me la tuve que rebuscar y ser mi propio contratista", narró.
Consultado por el juicio, el hombre dijo que cree que "el asesino estaba en el entorno" de Dalmasso y Macarrón, y que en el crimen estuvieron involucrados "el poder y la política".
Además, reveló que cuando trabajaba en la casa de la víctima escuchó una pelea de pareja. "Ella le exigía algo y él le decía que todo se iba a acabar, que ya la tenía cansada", dijo.
Zárate también habló de cómo se vio afectada su vida familiar y su imagen pública. "El 70% de la gente es buena el 30% es mala, me tuve que pelear porque le decían cosas a mi mamá o me provocaban en la calle", reconoció.
Incluso algunos llegaron a acusarlo de violador. "Te podés imaginar que te dicen de todo", comentó en la pantalla de A24.