Horas después del reencuentro, los cuerpos de cinco miembros de la familia fueron encontrados sin vida dentro de la vivienda ubicada en el cruce de las calles José Cubas y José Luis Cantilo.
El único sobreviviente fue el hijo menor de Andrés y Marie, un bebé de apenas un año y medio, que fue trasladado de urgencia al Hospital Zubizarreta, donde permanece internado, fuera de peligro.
Qué pudo haber pasado
Aunque las pericias aún continúan, todo indica que la causa de las muertes fue una intoxicación por monóxido de carbono. Según fuentes policiales y médicas, la casa estaba completamente cerrada, una práctica habitual en días de frío extremo, pero extremadamente peligrosa en caso de una falla en los sistemas de calefacción.
“El monóxido de carbono es el asesino silencioso. No tiene olor, no se ve, y en pocos minutos puede provocar la muerte”, explicó Alberto Crescenti, titular del SAME.
Según especialistas, la intoxicación se produce porque el gas se combina con la hemoglobina en la sangre, lo que bloquea la llegada de oxígeno al cuerpo y genera pérdida de conocimiento, convulsiones y paro respiratorio.
En este caso, se estima que el bebé sobrevivió gracias a que se encontraba en una habitación con menor concentración de gas o con mejor ventilación
La última foto familiar
Uno de los detalles más impactantes del caso fue que Alejandro, uno de los hermanos de Andrés, compartió en Instagram una imagen tomada en el aeropuerto apenas horas antes de la tragedia. En la foto se lo ve a Andrés, vestido con un jogging bordó, junto a su pareja Marie y sus dos hijos.
“Última foto familiar”, comentaron en redes allegados a la familia tras conocer la noticia. La imagen circuló rápidamente y generó una ola de mensajes de tristeza y condolencias por parte de conocidos, vecinos y usuarios de redes sociales que siguieron la historia.
La noticia golpeó de lleno a la comunidad de Villa Devoto, donde la familia era conocida. Vecinos describieron a Graciela y Demetrio como personas amables y activas en la vida barrial. También recordaron que Andrés, aunque vivía en el exterior, siempre volvía a la Argentina para visitar a sus padres.
“Es una tragedia imposible de explicar. Venían felices de su viaje y en horas todo cambió”, expresó un vecino al ser consultado por medios locales.
Por su parte, los hermanos de Andrés, Alejandro y Maia, están recibiendo contención psicológica. La familia se encuentra a la espera de los informes definitivos de las pericias para poder avanzar con los trámites correspondientes.