Relató que desde hacía meses esperaban este reencuentro. Andrés, el menor de sus primos, se había recibido de analista de sistemas y había emigrado a Europa, donde vivía con su esposa francesa, Marie Lanane, y sus dos hijos pequeños: Elisa, de 4 años, y Milk, de apenas 1 año y medio.
"La idea era que todos vinieran a Buenos Aires para que pudiéramos conocerlos. A la nena algunos ya la habían visto cuando mis tíos viajaron a Europa hace un par de años, pero al chiquitito no. Yo tampoco los conocía. Todos estábamos muy ilusionados", explicó.
Una habitación remodelada con amor
La emoción por la llegada de Andrés y su familia era tal que, desde marzo, Graciela Just, la abuela de los niños y madre de Andrés, comenzó a preparar la casa para recibirlos.
"Mi tía estaba feliz. Me mostró cómo había remodelado la pieza para que durmieran Andrés y su esposa en una habitación y los chicos en otra. Pintó, sacó clavos, colocó cortinas, y yo llevé todos los peluches de mi hijo para decorar el cuarto de los nenes", recordó María Elena. "Este viaje la volvió a llenar de vida. Ella estuvo muy mal de salud el año pasado y esta visita la rejuveneció 20 años. Estaba feliz", agregó.
Una llegada cargada de emoción
El reencuentro familiar comenzó apenas un día antes de la tragedia. Andrés, Marie y sus hijos habían aterrizado en Ezeiza provenientes de Italia y fueron recibidos por Graciela y otros dos hijos suyos, Alejandro y Maia.
"En Instagram, mi primo Alejandro subió una foto del momento en que los recibieron en el aeropuerto. Nunca imaginé que esa sería la última foto familiar", lamentó María Elena.
La familia se dirigió directamente a la casa de Villa Devoto, donde los esperaban Demetrio De Nastchokine, el abuelo de los niños, y el resto del hogar preparado para ellos.
La escena que encontró María Elena en la vereda de la casa de sus tíos es desgarradora. "Ayer a la tarde veo a mi prima, Maia, arrodillada, desesperada, tratando de abrir la puerta. Nadie respondía a los llamados. Cuando finalmente entraron, se encontraron con esta pesadilla", relató.
Maia fue quien, alertada por la falta de respuestas y ante el silencio total dentro de la vivienda, decidió forzar la entrada y encontró a sus padres, su hermano, su cuñada y su sobrina ya sin vida. El único que todavía tenía signos vitales era el pequeño Milk.
"Estoy desesperada. No puedo comunicarme con el resto de mis primos. Llamo y nadie me atiende. Estoy buscando abrazar a alguien pero no hay a quién", contó entre lágrimas.
María Elena no dudó en destacar la historia de esfuerzo y sacrificio que caracterizó a sus tíos y primos. "Mi tío Dima fue toda su vida docente. Daba clases particulares de matemáticas. Un hombre trabajador que siempre quiso que sus cuatro hijos fueran profesionales", dijo.
Y lo lograron. "Sergio es ingeniero, Alejandro arquitecto, Maia es abogada y Andrés, el más chico, analista de sistemas. Todos fueron ejemplo de esfuerzo", resaltó.
Según contó, Andrés decidió emigrar apenas se recibió, hace más de 10 años. "Se fue buscando mejores oportunidades laborales en Europa. Allá le iba muy bien, nunca quiso volver a vivir acá, pero este viaje era especial", dijo María Elena.
La esperanza puesta en Milk, el bebe sobreviviente
Ahora toda la familia está enfocada en el único sobreviviente: Milk. El bebé permanece internado en el Hospital Ricardo Gutiérrez, estable pero bajo observación médica.
María Elena contó que incluso en el hospital vivieron momentos de angustia. "Me dijeron que justo cuando Milk estaba en terapia intensiva, se cortó la luz en el hospital. Por suerte, zafó. Está vivo, y eso es lo único que nos queda", dijo.
Consultada sobre el futuro del niño, explicó que aún no hay definiciones, pero estima que probablemente los abuelos maternos, que viven en Francia, viajen a la Argentina para ocuparse de él.
"Todo indica que vendrán los papás de Marie desde Europa para hacerse cargo. No sabemos bien aún, pero ellos son la familia más directa que queda", señaló.
Y finalizó: "Esto parece una pesadilla de la que no puedo despertar. Ayer me fui a trabajar como si nada, pensando que todo esto era un mal sueño. Pero cuando volví y vi todo, me di cuenta de que era real".