El cuerpo del joven fue trasladado a la Morgue Judicial para su análisis, pero no se realizaron estudios genéticos ni pericias de huellas antes de que fuera entregado a una familia.
El reconocimiento equivocado
Al día siguiente, una mujer de Villa Carmela se presentó en la Comisaría de Alderetes y aseguró que el cadáver era de su hijo, desaparecido desde el día anterior. Lo reconoció únicamente por la ropa y algunos rasgos físicos.
Con esa declaración, la Justicia autorizó la entrega del cuerpo a la familia sin los procedimientos técnicos obligatorios. Sin ADN ni cotejo de huellas, el cadáver fue entregado y comenzó el velorio en la vivienda familiar.
El funeral que se volvió pesadilla
Lo que debía ser una jornada de despedida se transformó en una verdadera película de terror y desconcierto. En plena ceremonia, cuando el cajón ya estaba abierto y los vecinos se agolpaban en la casa, el supuesto fallecido apareció en la puerta y gritó con desesperación: “¡Estoy vivo!”.
El clima de dolor se convirtió en segundos en gritos, corridas, llantos de alegría y de miedo. Algunos familiares se desmayaron, otros huyeron, y la madre quedó paralizada hasta que finalmente abrazó a su hijo entre lágrimas.
Testimonio de la familia
“Fue un milagro y una pesadilla al mismo tiempo”, declaró uno de los parientes ante los medios locales. La madre, en shock, apenas pudo balbucear unas palabras: “Me entregaron un cuerpo que no era mi hijo… y yo lo estaba velando. Cuando lo vi entrar pensé que estaba soñando”.
La explicación del joven
Al ser entrevistado por la Policía, el joven de 22 años relató que había pasado varios días en Alderetes consumiendo drogas, lejos de su casa, y que desconocía por completo la confusión que había generado su ausencia.
Aseguró que nunca se comunicó con su madre porque estaba atravesando una crisis personal y que jamás imaginó que, en paralelo, su familia lo estaba llorando en un velorio.
La Justicia bajo la lupa
Tras el escándalo, el fiscal Carlos Sale dispuso que el cuerpo que estaba en el cajón fuera retirado y trasladado nuevamente a la Morgue Judicial.
Hasta ahora, el cadáver permanece sin identificar, y se ordenaron estudios de ADN y huellas dactilares para evitar un nuevo error.
El Ministerio Público Fiscal de Tucumán reconoció fallas en los procedimientos y aseguró que se revisarán los protocolos para evitar que un hecho semejante vuelva a repetirse.
Mientras tanto, el misterio sigue abierto: ¿quién es la persona que murió bajo las ruedas del camión en Alderetes?