Al arribar al lugar, los peritos del Ministerio Público Fiscal (MPF) constataron el deceso y comenzaron con los trabajos de rigor. Lo que en principio parecía una muerte natural rápidamente generó suspicacias: el cuerpo no presentaba signos evidentes de violencia, pero tampoco había indicios de que el hombre hubiese fallecido allí.
Según fuentes judiciales, la escena no presentaba rastros de sangre ni señales de lucha, lo cual llevó a los investigadores a sospechar que el cuerpo habría sido colocado en ese sitio luego del fallecimiento.
La Justicia, ante estas circunstancias, decidió caratular inicialmente el hecho como “muerte de causa dudosa”, dejando abierta la posibilidad de que se trate de un homicidio encubierto o de un intento de ocultar las verdaderas circunstancias de la muerte.
La conmoción se profundizó cuando, pocas horas después del hallazgo, el fiscal a cargo de la causa, Carlos Sale, confirmó que el hombre había sido denunciado apenas dos días antes por presunto abuso sexual contra su nieta.
La denuncia fue radicada el lunes en la comisaría 9ª y se encontraba en etapa preliminar de investigación. Esta revelación cambió por completo el enfoque de los investigadores, que ahora no descartan que la muerte del hombre esté vinculada a una posible represalia o conflicto familiar derivado de la acusación.
Según trascendió, la víctima trabajaba en un aserradero de la zona y era conocida en el barrio, donde algunos vecinos expresaron sorpresa por la acusación. “Hasta ahora no encontramos ningún testimonio que indique peleas o problemas entre ellos”, indicó una fuente policial, dejando en claro que no había antecedentes recientes de conflictos familiares visibles.
Con el hallazgo del cuerpo y el antecedente de la denuncia, la fiscalía activó varias líneas de investigación. El fiscal Sale encomendó a la División Homicidios de la Policía de Tucumán la realización de entrevistas, relevamiento de cámaras de seguridad y búsqueda de posibles testigos que hayan visto movimientos extraños en la zona en las horas previas al hallazgo.
Además, el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) llevó a cabo las pericias correspondientes en el lugar, incluyendo levantamiento de huellas, recolección de muestras biológicas y análisis del terreno donde fue hallado el cuerpo. También se ordenó la autopsia del cadáver para establecer con precisión la causa y la data de muerte.
Fuentes cercanas al caso aseguraron que la autopsia será clave para determinar si existieron signos de violencia física, intoxicación, envenenamiento o cualquier otro indicio que permita esclarecer lo ocurrido.
Mientras la investigación judicial avanza, el barrio Victoria permanece conmocionado. Vecinos relataron que el hombre era visto con frecuencia en la zona y que no se le conocían problemas recientes. Algunos de ellos manifestaron su incredulidad ante la acusación de abuso y dijeron que no habían notado comportamientos sospechosos en él.
Del mismo modo, en el aserradero donde trabajaba el fallecido, ninguno de sus compañeros de trabajo reportó incidentes recientes ni tensiones visibles. Esta ausencia de señales de conflicto agudiza el desconcierto de los investigadores, que buscan determinar si la muerte guarda relación directa con la denuncia o si se trató de un hecho independiente.
Otro de los aspectos que preocupan a las autoridades locales es el impacto emocional que el hallazgo causó en los niños. Los menores, que se toparon con el cuerpo durante un momento de recreación, fueron apartados de la escena rápidamente por los adultos, pero no lograron evitar que presenciaran la perturbadora imagen.
Desde el área de Niñez y Adolescencia del municipio informaron que se pondrá a disposición un equipo de psicólogos para brindar contención a los chicos y sus familias, entendiendo que este tipo de experiencias puede dejar secuelas emocionales significativas si no se aborda adecuadamente.
Hasta el momento, los familiares directos del hombre no realizaron declaraciones públicas. Sin embargo, fuentes judiciales confirmaron que han sido entrevistados por personal policial y están siendo investigados de manera preventiva, dado el contexto de la denuncia previa de abuso sexual.
La fiscalía aclaró que no existen pruebas que los vinculen directamente con la muerte, pero no descartan ninguna hipótesis hasta obtener los resultados de las pericias y de la autopsia.
“Estamos en una etapa inicial de investigación y todo está bajo análisis. Aún es prematuro sacar conclusiones sobre si fue una muerte natural, un suicidio o un homicidio”, señaló una fuente cercana al expediente.
En los próximos días, se esperan los resultados preliminares de la autopsia, que podrían arrojar datos decisivos sobre cómo murió el hombre. De comprobarse que el cuerpo fue trasladado post mortem, la causa podría cambiar de carátula y pasar a ser investigada como un posible homicidio.
Además, la fiscalía evaluará si corresponde avanzar con medidas de protección para la presunta víctima de abuso, dado que la investigación por ese hecho continúa su curso en paralelo.
Mientras tanto, el barrio Victoria sigue sacudido por el impacto de un episodio que combinó horror, muerte y denuncias de abuso. Vecinos afirman que el sitio donde apareció el cuerpo ha quedado cargado de un clima de tensión y miedo, sobre todo porque no hay certezas sobre lo ocurrido ni sobre quién podría estar detrás de la muerte.
Para muchos, el hallazgo significó un quiebre en la tranquilidad cotidiana: un espacio donde los chicos solían jugar ahora está marcado por cintas policiales y recuerdos dolorosos. Hasta que la Justicia logre esclarecer el caso, la comunidad permanece en vilo y con una sensación de inseguridad que cuesta disipar.