DOLOR INMENSO

Mercedes Ninci reveló la triste decisión del abuelo de Brenda Del Castillo tras el salvaje crimen de las 3 chicas

El doble crimen de Brenda Del Castillo y Morena Verri sigue generando conmoción en todo el país. Mientras la investigación avanza, una voz se alzó con una firmeza inesperada en medio del dolor: Antonio, el abuelo de Brenda, quien anunció que, tras despedir a sus nietas, irá personalmente al Congreso de la Nación para exigir un cambio en las leyes.

Redacción A24
por Redacción A24 |
Mercedes Ninci reveló la triste decisión del abuelo de Brenda Del Castillo tras el salvaje crimen de las 3 chicas

El doble crimen de Brenda Del Castillo y Morena Verri sigue generando conmoción en todo el país. Mientras la investigación avanza, una voz se alzó con una firmeza inesperada en medio del dolor: Antonio, el abuelo de Brenda, quien anunció que, tras despedir a sus nietas, irá personalmente al Congreso de la Nación para exigir un cambio en las leyes.

Su declaración, relatada por la periodista Mercedes Ninci, se transformó en uno de los testimonios más impactantes de las últimas horas. El hombre, visiblemente quebrado pero con un temple admirable, sostuvo: “Yo entierro a mis nietas y me voy a la puerta del Congreso a pedir un cambio”.

Estas palabras reflejan la indignación de una familia y de un barrio entero que sienten que la Justicia y la política les dieron la espalda.

Antonio no habló desde el rencor ni desde la bronca ciega, sino desde una convicción profunda: la necesidad de que el Congreso discuta nuevas leyes que protejan a los jóvenes. La violencia narco y la impunidad que rodean a estos crímenes no son nuevas en el conurbano, pero el asesinato de las chicas dejó al descubierto la fragilidad del sistema.

Según Ninci, lo más conmovedor fue la claridad y sensatez del abuelo, quien incluso se negó a responsabilizar a Lara Gutiérrez, la menor que llevó a las chicas a la fiesta donde comenzó el calvario. “No expresó rencor hacia ella, fue muy inteligente y razonable”, destacó la periodista.

En su cobertura, Ninci también cuestionó duramente al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por su ausencia en medio de la tragedia. “No dio la cara”, sentenció la periodista, al remarcar que las familias nunca recibieron contacto oficial por parte del jefe comunal.

Este silencio se percibió como una falta de respeto y profundizó el dolor de los allegados. En La Tablada, barrio donde vivían las tres chicas, la ausencia de respuestas oficiales se siente con fuerza.

Los monoblocks del lugar se convirtieron en un epicentro de dolor y memoria: los vecinos colocaron velas, flores y carteles pidiendo justicia, mientras la policía restringió el acceso al departamento donde residen la madre y la abuela de Lara.

Los velorios de Brenda, Morena y Lara se realizarán por separado, aunque la cercanía geográfica refleja la unión que tuvieron en vida.

  • Brenda y Morena serán despedidas en Monseñor Bufano al 2600.

  • Lara tendrá su velatorio en Enrique Isairre al 2400.

El barrio permanece movilizado, con protestas constantes en la rotonda más cercana, donde amigos, familiares y vecinos exigen respuestas concretas a las autoridades.

Lo que pasó con estas chicas no puede quedar impune”, sostuvieron varios vecinos frente a las cámaras, en un grito que resume el sentir colectivo.

En medio de la conmoción, la madre de Lara Gutiérrez expresó su malestar con algunos medios de comunicación, a quienes acusó de “manipular los hechos”. Según ella, hubo un tratamiento mediático que estigmatizó a su hija y desvió la atención del verdadero foco: la violencia narco que se cobró tres vidas inocentes.

La tensión con la prensa refleja la complejidad del caso: por un lado, la necesidad de visibilizar la tragedia y exigir justicia; por otro, la sensibilidad de familiares que sienten que la exposición pública los revictimiza.

El mensaje del abuelo Antonio impacta porque va más allá del pedido individual: reclama cambios estructurales en las leyes. Su iniciativa apunta a que los legisladores no puedan ignorar la inseguridad que atraviesa al conurbano y que cada día deja nuevas víctimas.

En su relato, Mercedes Ninci subrayó que este hombre, en medio de la mayor pérdida que puede sufrir una familia, eligió la vía institucional: ir al Congreso y reclamar un cambio de fondo.

El contraste con la ausencia de autoridades locales, como la del intendente Espinoza, resulta todavía más evidente.

La Tablada quedó marcada por la tragedia, pero también mostró signos de unidad comunitaria. Las marchas espontáneas, las velas encendidas y los carteles improvisados hablan de un vecindario que se niega a naturalizar la violencia.

Los testimonios recogidos en la zona revelan una mezcla de miedo, bronca y esperanza. Miedo, porque los vecinos sienten que nadie está protegido. Bronca, porque sienten abandono estatal. Y esperanza, porque la voz de un abuelo que perdió a sus nietas podría convertirse en el motor de un debate nacional.
La cobertura mediática del caso puso de manifiesto la tensión entre la necesidad de informar y el riesgo de caer en el sensacionalismo. Mientras algunos canales fueron acusados de tergiversar la historia, otros lograron dar voz al dolor de las familias.

La figura de Mercedes Ninci se destacó porque logró transmitir no solo el hecho noticioso, sino también el clima emocional del lugar. Su relato, cargado de empatía, fue el que difundió la frase del abuelo Antonio y la convirtió en símbolo.

El abuelo cerró su declaración con una promesa que ya quedó grabada en la memoria colectiva: “Yo entierro a mis nietas y me voy al Congreso a pedir un cambio”.

Esa determinación, surgida desde el dolor más profundo, podría convertirse en el inicio de un movimiento más amplio. La pregunta es si el reclamo será escuchado en el ámbito político o si quedará, como tantas veces, en un eco más de la indignación popular.

El crimen de Brenda y Morena no es un hecho aislado. Forma parte de una cadena de violencia narco que viene golpeando con fuerza a distintos puntos del conurbano bonaerense.

Pero la reacción de la comunidad, y en particular la voz del abuelo Antonio, podrían convertir esta tragedia en un punto de inflexión. El país entero sigue con atención los pasos de este hombre, que decidió transformar su dolor en acción política.

El desafío será que las autoridades escuchen, que la Justicia actúe y que el Congreso se haga cargo de una deuda que lleva años postergándose.

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