“Yo la conocía a la chica cuando estaba cortando el pasto en la otra cuadra, en Materno. Ella me cruzó venía con su nene chiquito y me llevó hasta la esquina y de ahí empecé a trabajar, porque además conocía la casa porque ya había trabajado para la dueña anterior y dos meses después de eso ya me ofrecía droga”, comentó el jardinero.
El jardinero se puso a disposición de la justicia
Y luego dio un dato escalofriante del dato: “El sádaba a la noche me envió un mensaje que no vaya a cortar más el pasto, lo que me pareció raro porque me habían dicho una semana antes de que estaban cómodos en el lugar y que pensaban comprar la casa. Cuando me enteré lo que había pasado no lo podía creer”.
“Además me mandó un mensaje una vez que el marido estaba desconfiado de mí porque una vez fui a cortar el pasto y no estaba”, reconoció el jardinero quien también se puso a disposición de la justicia: “Tengo todos los mensajes guardados para quien los pida, cuando me haga falta”.