La vida de Thiago Medina, el joven que conquistó a millones en Gran Hermano 2022, pende de un hilo. A 12 días del terrible accidente de moto que lo dejó internado en terapia intensiva, su estado de salud es crítico y su entorno pide un milagro.
El dramático parte que nunca salió: Brisa, la melliza de Thiago Medina, contó lo que debieron hacer los médicos. Enterate.
La vida de Thiago Medina, el joven que conquistó a millones en Gran Hermano 2022, pende de un hilo. A 12 días del terrible accidente de moto que lo dejó internado en terapia intensiva, su estado de salud es crítico y su entorno pide un milagro.
El exreality, que alguna vez fue el “hermano del pueblo” y llegó a emocionar con su historia de vida, atraviesa ahora uno de los momentos más difíciles. En el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, en Moreno, los médicos hacen lo imposible por mantenerlo con vida tras múltiples cirugías y complicaciones pulmonares.
La que rompió el silencio fue su hermana melliza, Brisa Medina, quien además atraviesa un embarazo y no puede ocultar el dolor. En redes sociales, reveló la desesperada maniobra que tuvieron que hacer los médicos para ayudarlo a sobrevivir: “Sus pulmones no están saturando bien y tuvieron que colocarlo boca abajo para que pueda respirar mejor”.
Sus palabras, entre lágrimas, desataron una cadena de oración nacional. “Estamos esperando un milagro, creemos en la fuerza de la fe”, imploró Brisa, acompañada por familiares y amigos que no se despegan del hospital.
Thiago había ingresado a Gran Hermano con apenas 19 años, conmoviendo al país con su historia de lucha y superación. De aquel chico tímido que soñaba con cambiar su vida, hoy queda un recuerdo que se mezcla con la angustia de verlo postrado, conectado y peleando por respirar.
El parte no es oficial, pero allegados aseguran que sus pulmones están muy comprometidos y que debieron intervenirlo dos veces: primero para extirparle el bazo y luego para reconstruir su parrilla costal. A eso se le sumó un cuadro de neumonía que empeoró aún más la situación.
Su expareja, Daniela Celis, madre de sus dos hijas, también rompió el silencio: “Lo único que pedimos es un milagro, que las nenas puedan tener a su papá”.
El joven de 22 años, que hace apenas meses se mostraba feliz junto a su familia, ahora está en manos de los médicos y de la fe de todos los que lo quieren. La Argentina entera sigue minuto a minuto su evolución.