“Estaba dilatando y me dijo que si mi hijo se caía y se moría iba a ser mi culpa”, relató Damaris al referirse a la enfermera. Antes de que comenzara a hablar, se pidió que la enfermera Agüero desalojara la sala.
“La médica no dejó entrar a mi mamá porque yo era grande”, describió. En ese sentido, agregó: “Me decían que yo podía y la obligaban a contestar datos en medio de las contracciones”. Además, denunció: “Me hicieron poner un camisón sola, y subir a una silla de ruedas. Luego, salí a un pasillo y estuve 20 minutos ahí”.
La mamá de Benjamín explicó el episodio de presunta violencia obstétrica que denunció. Afirmó que un camillero la llevó a una “sala de preparto”, donde le asignaron una camilla. “Si no podés acostarte, quedate parada”, recordó la mujer que le decían.
“No toleraba el dolor. Llorando, le pedí una cesárea y no me ayudaron. Me decían ‘aguantátela’”, detalló. Damaris contó que ni siquiera la ayudaron a bajarse los pantalones para descender de la camilla, mientras estaba perdiendo sangre.
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Brenda Agüero (remera rosa) acompañada por mamá.
“Empecé a perder sangre o flujo con sangre y ahí fue cuando entró Brenda Agüero recogiéndose el cabello y contándole a sus compañeras que había llegado tarde porque se le habían escapado los perros. Estaba en cuclillas y Brenda me miró y dijo: ‘¿Qué le pasa a esta, por qué grita así?’”, contó en su estremecedor relato.
El relato de la madre que complica a la enfermera
Después, contó cómo fue el nacimiento y lo que pasó después. Dijo que el procedimiento “estuvo bien”, pero que no dejaron pasar al padre de Benjamín.
“Cuando Benja nace, me ponen a mi hijo en el pecho unos minutos. Lo acaricié. Me preguntaron si podían llevarlo para pesarlo y yo dije que sí. Recuerdo que miraba todo el tiempo un reloj que había. Cuando se lo llevan a Benja a una mesita, entra la enfermera Brenda Agüero. Estuvo un ratito y se fue”, indicó.
“Al rato me dijeron que le había dado un paro cardíaco y que lo iban a llevar a terapia intensiva. Que me quedara tranquila, que ellos lo podían manejar. Luego me desmayé”, dijo.
Nuevamente, Damaris ubicó a Brenda en la escena. En medio, otra vez de llantos, dijo que su hijo era “hermoso”. “Lo más suave que toqué en mi vida”, se emocionó.“Mi hijo estaba bien hasta que lo amamanté. Luego, no volvió a responder”, agregó.
Ya en sala común, dijo que la enfermera volvió a ingresar. “Me dijo que confíe en Dios que todo iba a salir bien. Yo no respondí nada”, destacó. “A Brenda la vi en la sala de parto, en sala de recuperación y en la sala común”, detalló.