El plan de escape incluía un helicóptero que lo rescatara del penal federal de máxima seguridad de Ezeiza. El intento de operativo cinematográfico se urdió durante seis meses. Pero finalmente fracasó.
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El plan de escape incluía un helicóptero que lo rescatara del penal federal de máxima seguridad de Ezeiza. El intento de operativo cinematográfico se urdió durante seis meses. Pero finalmente fracasó.
El capo narco Esteban Lindor Alvarado tenía oculto un reloj inteligente que se conecta a un celular. Por ahí iba a recibir el aviso para salir hacia la zonas de recreo junto a una de las canchas de fútbol.
Esos chats comenzaron a llegar y fueron interceptados en tiempo real en un trabajo conjunto de una fiscalía especializada, el Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario Federal.
Así se logró abortar una fuga que hubiera sido el mayor escándalo penitenciario de la historia del país.
El plan incluía la utilización de un helicóptero Robinson que había despegado desde Gualeguaychú y un campo en General Rodríguez donde iba a continuar su fuga.
Todo terminó en la nada.
En las últimas horas, la Cámara de Casación Penal convalidó las restricciones en las condiciones de detención del capo narco. La medida contempla el alojamiento en una celda individual, el control estricto de las comunicaciones móviles y un monitoreo permanente de sus movimientos mediante cámaras de videovigilancia.
La decisión fue dispuesta por los camaristas Guillermo Jorge Yacobucci y Alejandro Walter Slokar, quienes declararon "inadmisible" un recurso de la defensa de Alvarado para que se revoquen esas restricciones que habían entrado en vigencia el 4 de abril pasado, un mes después del intento de fuga.
El fallo al que tuvo acceso A24.com sostiene que Alvarado "sea alojado en una celda individual, y en caso de ello no ser posible, se lo reubique en otra sección del establecimiento cuyo control sea riguroso y estricto, y no mantenga contacto con otros internos procesados y/o condenados por delitos vinculados al narcotráfico o al crimen organizado".
También, que sea sometido a requisas sorpresivas, que se le prohíban las comunicaciones móviles, que se coloquen inhibidores de señal en el pabellón o módulo del penal donde se encuentre alojado, y que se monitoreen sus movimientos con cámaras de videovigilancia.
Los jueces pidieron además a las autoridades del SPF que se elabore una lista con nombre, apellido y teléfono de las personas con las cuales puede comunicarse Alvarado desde el teléfono fijo del pabellón, y que solo pueda ser visitado por esas mismas personas que figuran en ese listado.