El comercio lo heredó de su padre, Pedro Sabo, que trabaja allí desde hace 40 años, pero luego se retiró y el negocio familiar pasó a manos de la siguiente generación. "De a poco lo ayudé con el kiosco, después me retiré porque me jubilé y ahora sigue él con mi nieto. Y ahora no sé qué vamos a hacer. No sé si mañana voy a trabajar y me matan a mí también”, aseguró el padre de Roberto.
"Era un laburante que le daba todo a su familia", resumió la cuñada de Roberto Sabo en diálogo con Radio Rivadavia.
¿Cómo fue el crimen del kiosquero de Ramos Mejía?
El asesinato de Roberto Sabo ocurrió este domingo cerca de las 14 cuando un joven ingresó al kiosco en La Matanza y lo asesinó tiros. El kiosquero murió en el acto, según informes periciales afirman que su cuerpo presentaba alrededor de seis orificios de balas.
Pedro Sabo dijo entre lágrimas que “le arruinaron la vida”, además pidió por favor que los delincuentes “no salgan más”. Uno de los asesinos de Roberto había estado preso por robo, pero salió de la cárcel al poco tiempo. “No sé qué vamos a hacer porque estamos llenos de delincuentes. Mañana voy a ir a trabajar y me van a matar a mí también”, afirmó.
La causa está encabezada por el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza. El hecho está caratulado como “homicidio en ocasión de robo”.