AÑO NUEVO TRÁGICO

Quién es la bombero voluntaria que desapareció después de que su novio se quitó la vida

Una joven bombera voluntaria de 23 años desapareció el sábado en San Vicente, aumentando la angustia de familiares y amigos.

Quién es la bombero voluntaria que desapareció después de que su novio se quitó la vida

Una joven bombera voluntaria de 23 años desapareció el sábado en San Vicente, aumentando la angustia de familiares y amigos. Aimé Castillo fue vista por última vez cuando salió de la casa de su madre en Brandsen, apenas unos días después de la trágica muerte de su pareja, quien también formaba parte del cuerpo de bomberos local. Desde entonces, no hay noticias de su paradero y la comunidad sigue movilizada en su búsqueda.

La desaparición de la bombera ocurrió en un contexto de duelo. Su novio se quitó la vida durante el Año Nuevo, hecho que golpeó fuertemente a Aimé. Tras este suceso, fue hospitalizada y luego dada de alta. Decidió asistir al velorio para despedirse por última vez. “Quería verlo por última vez”, expresó su hermana Micaela en diálogo con TN, revelando la fragilidad emocional que atravesaba Aimé en esos momentos.

Después del velorio, Aimé tomó la decisión de trasladarse a la casa de su madre en Brandsen, dejando temporalmente el hogar que compartía con su padre y hermana en San Vicente. Según relató su familia, el sábado por la mañana Aimé se mostró más tranquila. “Se despertó y parecía estar mejor. Mi mamá pensó que había una mejora”, explicó Micaela, sugiriendo que la joven estaba intentando recomponerse emocionalmente.

La última vez que fue vista fue alrededor de las 7:30 de la mañana, cuando su madre partió a trabajar. Al regresar a la 1 de la tarde, Aimé ya no estaba. Se habría marchado de la vivienda en una bicicleta naranja, sin dejar mensajes o avisos a sus familiares.

Un vecino con cámaras de seguridad confirmó que registró los movimientos de la madre, pero no a Aimé. La cámara apuntaba hacia otra calle, por lo que no hay imágenes claras del momento en que la joven se fue. “La zona tiene pocas cámaras y no hay registros de ella saliendo”, lamentó Micaela.

A pesar de la falta de evidencia concreta, algunos testigos aseguraron haber visto a Aimé en una estación de tren en dirección a Chascomús. Al parecer, descendió con su bicicleta luego de que el servicio se interrumpiera por otro hecho trágico: un hombre se quitó la vida en las vías. “Quizás esto la afectó porque Aimé estaba muy delicada y decidió irse a otro lado”, especuló su hermana.

Las comunicaciones con Aimé parecen no haber cesado del todo. “Los mensajes de WhatsApp llegan y el teléfono suena, pero no responde”, detalló Micaela. A pesar de los intentos por rastrear el dispositivo, la última ubicación registrada fue en el barrio Mendizábal, en Brandsen. Sin embargo, cuando la familia y la policía acudieron al lugar, no encontraron rastros de Aimé.

La búsqueda de Aimé involucra a múltiples organismos. La Policía bonaerense, unidades de bomberos de Brandsen, San Vicente y Glew, y perros especializados se han sumado a los operativos. La denuncia formal fue presentada por su madre apenas unas horas después de que notara su ausencia.

“No hay cámaras de seguridad activas en la zona y desde la Municipalidad nos dijeron que estaban apagadas hasta hoy”, afirmó Micaela, evidenciando la falta de recursos tecnológicos que podrían haber ayudado a rastrear los movimientos de la joven.

La familia ha difundido una descripción detallada de Aimé para facilitar su identificación: tiene tez blanca, cabello rojizo hasta la cintura, ojos marrones oscuros, mide 1.60 metros y pesa aproximadamente 60 kilos. El día de su desaparición vestía un pantalón verde, remera azul, zapatillas blancas y llevaba una cartera beige. Además, tenía consigo su tarjeta SUBE y su teléfono celular.

La desaparición de la bombera voluntaria ha generado conmoción en San Vicente y Brandsen. Vecinos y amigos de Aimé se han unido a los esfuerzos de búsqueda, mientras que las redes sociales se llenan de mensajes de apoyo y pedidos de información.

La causa ha sido caratulada como “averiguación de paradero” y está siendo investigada por la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) local. Sin embargo, hasta el momento, las pistas son escasas y el tiempo juega en contra de los esfuerzos por encontrarla.

La comunidad espera que cualquier persona que tenga información sobre Aimé Castillo se comunique de inmediato con las autoridades. El operativo continúa y la esperanza de hallarla con vida sigue intacta.