Un insólito episodio policial terminó de la manera menos pensada. Un joven delincuente que había robado dos celulares tuvo que ser asistido por los Bomberos luego de que escapó por los techos.
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Un insólito episodio policial terminó de la manera menos pensada. Un joven delincuente que había robado dos celulares tuvo que ser asistido por los Bomberos luego de que escapó por los techos.
Quedó acorralado a unos 30 metros de altura y pidió ayuda para bajar. "Gritó antes de que llegara la ayuda nuestra que no se animaba a bajar y que quería la presencia de un fiscal y un mediador", relató al sitio La Brújula el jefe de Bomberos local, Walter Cuñé.
El ladrón fue identificado como Brayan Cuñé, de 25 años. Después de declarar en sede policial, fue liberado, aunque sigue una causa penal en su contra.
