Búsqueda desesperada

Salieron en barco y nunca volvieron: la misteriosa desaparición de un guía y su hijo de 3 años

Pablo Ovando y el pequeño Agustín fueron vistos por última vez el martes por la tarde. Este miércoles encontraron la embarcación sin ocupantes en una zona de islas del río Reconquista.

Desaparecieron en el río y no dejaron psitas. 

Desaparecieron en el río y no dejaron psitas. 

La región norte de Santa Fe atraviesa horas de angustia y desconcierto por la desaparición de Pablo Ovando (44), un reconocido guía de pesca de la zona, y su hijo de apenas tres años.

Ambos fueron vistos por última vez el martes, cuando partieron en una embarcación por el río Reconquista, afluente del Paraná. Este miércoles por la mañana, la lancha fue hallada a la deriva, sin rastros de sus ocupantes y con los salvavidas todavía a bordo.

La alarma se encendió cuando la familia no logró establecer contacto desde las 14:30 del martes, momento del último mensaje recibido. Ante la falta de respuestas, se dirigieron a la zona del riacho San Jerónimo —conocido como “El Palma”— donde encontraron la embarcación en medio del río, con el motor apagado y sin señales de vida. La denuncia fue radicada ese mismo día y se activó el protocolo de búsqueda.

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Desde entonces, personal de Prefectura Naval, buzos tácticos, efectivos de la Policía provincial y pescadores locales trabajan contrarreloj en un operativo que abarca tanto el cauce del río como las islas cercanas.

Este jueves a la madrugada se reanudó el rastrillaje, que se extenderá con el refuerzo de equipos especializados provenientes de la provincia de Corrientes.

Salieron a pescar y nunca volvieron: qué más se sabe del caso

Ovando es propietario de Pirayú Excursiones, una firma turística conocida por sus actividades en la región del Jaaukanigás. Además, es referente de la motonáutica y organizador de eventos deportivos en la zona.

Su desaparición sacudió no solo al ambiente pesquero y turístico, sino a toda la comunidad, que se ha volcado a las redes sociales con mensajes de esperanza y pedidos de información.

No hay un elemento fehaciente sobre lo que pudo haber ocurrido. Todo es raro, especialmente porque Pablo conoce cada rincón del río”, expresó un amigo de la familia. La principal hipótesis apunta a un accidente, aunque no se descartan otras posibilidades. La esperanza sigue puesta en que padre e hijo hayan podido refugiarse en alguna isla.