DOLOR ABSOLUTO

Se conoció la causa de muerte de Olivia, Evelyn y Paityn, las 3 hermanitas que eran buscadas

El caso, que ya había estremecido a la comunidad local y nacional por la desaparición simultánea de las menores, ahora toma un giro aún más trágico

Se conoció la causa de muerte de Olivia, Evelyn y Paityn, las 3 hermanitas que eran buscadas

El estado de Washington vive días de conmoción y horror tras confirmarse la causa de muerte de Paityn Decker (9 años), Evelyn Decker (8 años) y Olivia Decker (5 años), tres hermanas que fueron halladas sin vida el pasado lunes 2 de junio.

Según informó PEOPLE, el caso, que ya había estremecido a la comunidad local y nacional por la desaparición simultánea de las menores, ahora toma un giro aún más trágico: las tres niñas murieron por asfixia. Así lo reveló un informe preliminar presentado ante el Tribunal Superior del Condado de Chelan, que se hizo público tras la autopsia forense.

La desaparición: el principio del horror

Las niñas habían sido denunciadas como desaparecidas el 30 de mayo, luego de visitar la casa de su padre, Travis Decker, en el marco de una visita pautada. Según documentos judiciales, el padre no contaba con una residencia fija y vivía en su camioneta, una GMC Sierra blanca que fue localizada días más tarde cerca del campamento Rock Island, en el Condado de Chelan.

La Patrulla Estatal de Washington emitió una alerta de personas desaparecidas el 31 de mayo, declarando el caso como de alto riesgo, dada la edad de las niñas y la conducta errática del padre. La alerta fue cancelada tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de las tres menores.

Los detalles de la investigación: un padre bajo sospecha

Desde el principio, la policía señaló a Travis Decker, de 32 años, como el principal sospechoso del crimen. Decker es un exmilitar sin domicilio fijo, con antecedentes de problemas de salud mental. Según informó la madre de las niñas, Whitney Decker, a la cadena KIRO 7, su exesposo nunca había tenido incidentes anteriores con las niñas durante visitas anteriores, aunque reconoció que atravesó episodios complejos tras su paso por el ejército.

Nunca me imaginé esto. Él amaba a las niñas. Pero también sabía que estaba luchando por dentro”, expresó Whitney en declaraciones a los medios, visiblemente devastada por la tragedia.

Las autoridades determinaron que el teléfono móvil de Decker estuvo activo en el área donde posteriormente se encontraron los cuerpos, un día antes de que se informara oficialmente la desaparición de las niñas. Esto colocó al sospechoso en la escena del crimen con anticipación, reforzando la acusación en su contra.

No sabemos si Decker está armado, pero representa un peligro significativo”, alertaron desde el Departamento de Policía del Condado de Chelan, que continúa buscando al sospechoso sin descanso, aunque hasta el momento sigue prófugo.

La caza del fugitivo: un operativo a contrarreloj

La situación ha llevado a las autoridades a extremar las medidas de búsqueda, considerando que Decker conoce bien los bosques y campamentos del estado de Washington. Su condición de exmilitar, sumada al hecho de que vivía de manera itinerante, hace más difícil su rastreo.

De acuerdo con la policía, Decker solía frecuentar hoteles baratos y zonas de campamento, utilizando su camioneta como hogar. Aunque no se ha confirmado que esté armado, su entrenamiento militar y sus problemas psicológicos previos hacen que su captura se considere una prioridad urgente.

Los cargos en su contra incluyen asesinato y secuestro, agravados por la vulnerabilidad de las víctimas y la violación de acuerdos legales de custodia.

El dolor de una madre: “Nadie debería vivir esto”

Mientras tanto, Whitney Decker, madre de las pequeñas, enfrenta un duelo inimaginable. En declaraciones públicas y a través de una campaña en GoFundMe, ha recibido el apoyo de miles de personas que buscan ayudarla tanto económica como emocionalmente.

La campaña solidaria logró recaudar más de $347.000 dólares en pocos días. Los fondos se destinarán a cubrir los gastos funerarios y a brindar a Whitney los recursos necesarios para recomenzar su vida tras una pérdida inconmensurable.

Estoy viviendo una pesadilla de la que no puedo despertar. Mis niñas eran todo para mí”, expresó Whitney en la descripción de la campaña. “No hay palabras suficientes para agradecer el apoyo que estoy recibiendo. Pero lo único que quiero es justicia para mis hijas”.

La comunidad de Wenatchee: unida en el duelo

Las tres niñas vivían con su madre en Wenatchee, una ciudad de alrededor de 35.000 habitantes ubicada en el centro del estado de Washington. La tragedia ha generado una ola de dolor colectivo en la comunidad, donde escuelas, iglesias y vecinos han organizado vigilias, misas y actos simbólicos en memoria de Paityn, Evelyn y Olivia.

En la escuela primaria a la que asistían las niñas, se colocaron fotos, flores y cartas en su honor. Los maestros describieron a las hermanas como niñas dulces, curiosas y llenas de energía, muy unidas entre sí.

Era imposible no enamorarse de ellas. Siempre estaban juntas, como si fueran una sola alma en tres cuerpos”, comentó una de sus profesoras.

Travis Decker: un perfil marcado por el trauma

Aunque el caso se encuentra en plena investigación, empiezan a emerger detalles sobre la vida de Travis Decker, un exmiembro del ejército que, según la familia, sufría trastornos mentales no tratados.

Documentos judiciales previos indicarían que Decker tuvo comportamientos erráticos durante los últimos años, pero no se habían registrado denuncias formales por violencia familiar. Tampoco tenía restricciones legales que le impidieran ver a sus hijas, lo cual pone en tela de juicio los protocolos de seguridad en este tipo de acuerdos de custodia.

Los analistas forenses y expertos en criminología subrayan que es necesario investigar si el crimen fue premeditado o si surgió en el marco de un brote psicótico, aunque las circunstancias, como el retiro del área y la falta de comunicación posterior, apuntan a un acto planificado.

Una investigación en curso: ¿hubo fallos del sistema?

La tragedia ha abierto un debate en el estado de Washington sobre la eficacia del sistema judicial y social en la protección de menores en situaciones de custodia compartida.

Si ya había señales de alarma por la salud mental de este padre, ¿por qué se permitió que las niñas lo visitaran sin supervisión?”, preguntan vecinos y activistas en redes sociales.

Desde el Departamento de Servicios Sociales del estado se informó que no había denuncias previas contra Decker, lo que dificulta que el sistema pudiera haber previsto el desenlace. Aun así, el caso está siendo revisado por múltiples organismos, y no se descartan sanciones o reformas en los protocolos actuales.

Un llamado a la memoria y a la justicia

Mientras la policía sigue tras la pista de Travis Decker, y la madre intenta reconstruir su vida, la sociedad entera se enfrenta a una realidad desgarradora: tres niñas fueron asesinadas presuntamente por su propio padre, en lo que podría haberse evitado con alertas y contención adecuadas.

La comunidad de Wenatchee promete no olvidar sus nombres. Paityn, Evelyn y Olivia ahora son símbolo de una lucha que va más allá de este crimen: una lucha por una infancia protegida, segura y respetada.