CRIMEN Y MISTERIO

Un trapo, un auto bajo un árbol y una doble muerte misteriosa: la trama que conmociona a una ciudad

El hallazgo de los dos cuerpos en un camino rural abrió un misterio que la Justicia intenta descifrar. ¿Qué pasó en ese vehículo y quién fue el causante?

Balas abandonadas

Balas abandonadas, un trapo y un doble asesinato misterioso: la trama que conmociona a San Antonio de Areco. (Foto: gentileza estatodobientuc)

La primera alerta llegó a través del 911. Un vecino que pasaba por un camino rural conocido como “Yegua Muerta”, ubicado detrás de un haras donde se crían caballos de competición, notó algo extraño: un Chevrolet Onix blanco estacionado bajo un árbol, sin patentes visibles y con una de sus ventanillas rotas.

Al acercarse, distinguió que dentro del vehículo había dos personas inmóviles. Rápidamente llamó a la Policía, que acudió al lugar y constató la macabra escena: un hombre muerto en el asiento del conductor y una mujer sin vida en el asiento trasero.

El caso, que quedó en manos del fiscal Darío Schapaunic, de la UFI N° 6 del Departamento Judicial Mercedes, se maneja con un fuerte hermetismo, mientras los investigadores esperan los resultados de las autopsias y de las pericias balísticas para determinar con mayor precisión qué sucedió en ese camino rural.

¿Fue un femicidio seguido de suicidio o fue el accionar de una tercera persona?

Embed

Una escena cargada de incógnitas

La llegada de la Policía Científica permitió registrar una serie de elementos que, lejos de simplificar la investigación, sembraron nuevas dudas.

  • Siete cartuchos intactos calibre 9 milímetros fueron encontrados cuidadosamente apoyados entre el capot y el parabrisas.

  • En la tapa del tanque de combustible, los peritos hallaron un trapo colgando, lo que sugiere un intento de incendiar el auto. Sin embargo, el fuego nunca se inició.

  • Dentro del habitáculo, junto al cuerpo del conductor, apareció un arma de fuego manchada con sangre.

  • El detalle más inquietante fue un orificio de bala en la ventanilla trasera, lo que podría indicar un disparo realizado desde afuera del vehículo.

Una fuente policial resumió el desconcierto de los investigadores con una frase contundente: “Ese trapo sería para quemarlo todo. Pero no sucedió”.

La ubicación de los cuerpos y el arma

La posición en la que fueron hallados los cuerpos llamó poderosamente la atención. El hombre estaba desplomado en el asiento del conductor, con una herida en la cabeza y el arma a su lado. La mujer, en cambio, apareció en el asiento trasero, sin que hasta ahora se haya confirmado el número ni la ubicación de los disparos que recibió.

Ese detalle abre un interrogante clave: ¿cómo llegó ella al asiento trasero? ¿Intentó escapar del ataque? ¿Fue obligada a moverse? ¿O alguien más la colocó allí?

Las hipótesis de los investigadores

Por el momento, la investigación se concentra en tres líneas principales:

  • Femicidio seguido de suicidio. Es la hipótesis inicial. Plantea que el hombre habría matado a la mujer y luego se quitó la vida dentro del vehículo.

  • Disparo desde afuera. El orificio en la ventanilla trasera habilita otra posibilidad: que el hombre haya disparado contra la mujer desde afuera del auto y luego ingresara para quitarse la vida.

  • Intervención de una tercera persona. Aunque de manera cautelosa, los investigadores no descartan que una tercera persona haya estado presente en la escena, haya disparado y luego abandonado el lugar.

Cada una de estas hipótesis depende de los resultados de las pericias balísticas y de las autopsias, que serán claves para determinar el recorrido de los proyectiles, la distancia de los disparos y el tiempo de muerte de cada víctima.

El misterio de los cartuchos y el trapo

La presencia de los siete cartuchos apoyados en el exterior del vehículo es, quizás, el elemento más desconcertante. No estaban esparcidos en el suelo ni dentro del auto, sino cuidadosamente dispuestos sobre la carrocería. Para los peritos, ese detalle podría ser interpretado como una especie de “mensaje” o “puesta en escena” deliberada.

Lo mismo ocurre con el trapo en la tapa del tanque. La hipótesis más firme es que alguien intentó incendiar el vehículo para borrar rastros. Sin embargo, algo falló: el fuego nunca se inició.

La identidad de las víctimas

Hasta el momento, la identidad del hombre y la mujer no fue confirmada oficialmente. La fiscalía trabaja en la recolección de datos y en la notificación a las familias, mientras se mantiene el secreto de sumario.

Vecinos de la zona relataron que el auto no pertenecía a ninguna persona del lugar y que jamás lo habían visto circular por esos caminos rurales.

El fiscal Darío Schapaunic decidió extremar el hermetismo en torno a la causa. El funcionario judicial espera contar con informes detallados de la Policía Científica antes de dar declaraciones públicas.

Fuentes judiciales señalaron que la investigación avanza con prudencia, ya que “cualquier detalle puede cambiar por completo la reconstrucción de los hechos”.

Un caso que genera conmoción

En San Antonio de Areco, una ciudad de poco más de 25 mil habitantes, la noticia corrió rápidamente. “Es un lugar tranquilo, no estamos acostumbrados a esto”, señaló un vecino que vive a pocos kilómetros del camino donde apareció el vehículo.

Los próximos pasos de la investigación serán determinantes. La autopsia de las víctimas deberá aclarar la cantidad de disparos, las trayectorias y el tiempo de muerte. Las pericias balísticas permitirán establecer si todos los disparos corresponden a la misma arma y si hay evidencia de más de un tirador.

Mientras tanto, la fiscalía analizará las cámaras de seguridad de la Ruta Nacional 8 y los ingresos a San Antonio de Areco para intentar reconstruir los movimientos del Chevrolet Onix antes del hallazgo.

Se habló de