En las últimas horas comenzaron a circular dos videos de la agresión a Tomás Tello, de 18 años previo al asesinato protagonizado por una patota en la localidad de Santa Teresita. El caso resuena por su similitud al caso de Fernando Báez Sosa.
En las últimas horas comenzaron a circular dos videos de la agresión a Tomás Tello, de 18 años previo al asesinato protagonizado por una patota en la localidad de Santa Teresita. El caso resuena por su similitud al caso de Fernando Báez Sosa.
En una de las imágenes difundidas se ve cuando la víctima era golpeada en la orilla de la costa de la ciudad balnearia.
Luego, en otro video, se ve observa cuando las agresiones se trasladaron a la ciudad, tras la persecución por parte de los violentos.
Por motivos que aún se desconocen, Tello fue asesinado de una puñalada, antes de las 7 de este lunes, en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera, luego de se juntara a celebrar el Año Nuevo en la playa junto a sus amigos.
Los investigadores de la causa señalaron que hubo varios testigos del crimen y que, producto de la pesquisa, se logró la detención de nueve personas (entre 16 y 57 años), dos de ellas menores de edad.
La captura de siete de los agresores se dieron minutos después al hecho tras ser visualizados por cámaras de seguridad, donde se los veía caminando por la playa, intentando escapar de la zona
Cerca de las 9 de la mañana, otros dos sospechosos resultaron detenidos a unas diez cuadras de lo ocurrido, donde uno de ellos, identificado como Damián Copelian (21), fue señalado como el autor material de la puñalada mortal que recibió la víctima.
Si bien aún restan conocerse algunos detalles, este asesinato guarda similitudes con el del estudiante de Derecho Fernando Báez Sosa, ocurrido en la localidad bonaerense de Villa Gesell el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche "Le Brique".
La madrugada de ese día Báez Sosa fue atacado a golpes por un grupo de jóvenes rugbiers que acababan de ser expulsados de la disco.
Horas después del homicidio, fueron detenidos en la casa de veraneo que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, y quedaron alojados primero en el penal de Dolores y luego en Melchor Romero.