amor

El año en el que el aborto se instaló como debate y dejó allanado el camino para la legalización

Alejandra Fernández Guida
por Alejandra Fernández Guida |
El año en el que el aborto se instaló como debate y dejó allanado el camino para la legalización

Desde 1983 más de 3 mil mujeres murieron por abortos inseguros. A partir de 1986, primero cientos y después miles de personas comenzaron a participar del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM).  En 2005, de ese mismo Encuentro, nació la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito. En 2007, el proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fue presentado por primera vez en el Congreso. En 2018 llegó al Parlamento y no fue ley por siete votos. ¿Cómo sigue la cronología? No se sabe. Lo que sí es un hecho es que la discusión por el aborto ganó la calle, llegó a la agenda política y se abrió paso para ser ley.

Para entender por qué 2018 fue el año en el que el aborto pudo discutirse en el recinto hay que hacer un repaso por algunos hitos protagonizados por la militancia feminista. Entre esos factores determinantes hay que poner al frente el trabajo constante de la campaña nacional por la legalización del aborto, con sus pañuelos verdes y su imprescindible lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

También hay que darle crédito al masivo movimiento #NiUnaMenos, que nació en 2015 para ponerle freno a la violencia machista; los paros de mujeres, trans y travestis de los últimos años; y los pañuelazos frente al Congreso.

Uno de los más fuertes –quizás- ocurrió el pasado 19 de febrero. Dicen que ese día un importante dirigente del PRO entendió que era momento de habilitar el debate en el Congreso. Las motivaciones políticas quedan para otro análisis.

El director de la Fundación Huésped, Leandro Cahn, cree que “fue muy importante que el aborto se haya debatido en el ámbito que se tienen que dar este tipo de debates, que es el Legislativo” porque se trata de “un tema de salud pública y reproductiva”.

 Embed      

“Nosotros desde hace muchos años venimos trabajando el tema de salud sexual y reproductiva; y la interrupción voluntaria del embarazo es claramente una problemática de derechos sexuales y reproductivos. Nadie promueve el aborto, por eso creemos que la mejor forma de disminuir la práctica en el mediano plazo es con una mejor educación sexual, un mejor acceso a métodos anticonceptivos y también con el aborto legal seguro y gratuito”, destaca.

Para la socióloga y escritora feminista Eleonor Faur, el ingreso del proyecto de ley de la IVE al Congreso “sacó del silencio un tema que estuvo siempre tapado”. “Había mujeres y referentes que desde hace 13 años venían trabajando en el tema, pero era un movimiento que seguía siendo de feministas. Cada vez éramos más, pero al momento de salir a la luz, permitió movilizar una cantidad de otras personas que no se habían posicionado sobre el tema y no lo habían pensado como una posible política pública”, afirma.

Gabriela Carpineti, abogada,  docente y militante  feminista, considera que “es muy importante” que “este hecho tan real que le sucede a las mujeres en la Argentina se haya puesto en la mesa de discusión legislativa, pública y mediática porque tiene que ver con sacar los trapitos al sol, independientemente de cómo terminó el debate”.

Hay coincidencia entre ellos tres, entre otros miles: que el aborto se haya debatido en el Congreso fue pura ganancia.

Los números del debate

Las audiencias comenzaron  formalmente en la Cámara de Diputados el 10 de abril y se terminaron el 13 de junio. Por allí pasaron 690 expositores, de los cuales 344 fueron a favor y otros 346, en contra. El 14 de junio, la Cámara baja dio media sanción al proyecto de IVE con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.

Por el Senado desfilaron unos 143 expositores. Entre ellos, el entonces ministro y ahora secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, quien le puso números a la discusión: dijo que hay casi 355 mil abortos por año en Argentina; que el 70% de esos abortos se realiza con medicamentos y que el 9% con métodos que ponen en riesgo la vida de la persona gestante.

 Embed      

En el recinto, 38 senadores votaron en contra y 31 a favor. El aborto no fue legal por siete votos. Eso pasó adentro del recinto. Afuera quedaron las postales de las inmediaciones del Congreso con una plaza dividida entre pañuelos verdes y celestes. Con cientos de miles de personas –en su mayoría jóvenes y adolescentes-que pasaron horas entre el frío y la lluvia para seguir de cerca el debate parlamentario.

 Embed      

“Las exposiciones en las comisiones y el debate en el Congreso permitieron que se instalara el tema por unos meses. Y que no haya sido ley no terminó con el debate. El tema sigue vivo. Hoy vemos muchos chicos que todavía portan sus pañuelos verdes. Es un símbolo de haber politizado el tema en la vida cotidiana”, resalta Faur.

Para el director de la Fundación Huésped “no hubo una real búsqueda de consenso de parte de aquellos que rechazaban la ley porque si no hubiesen propuesto otro texto”. Cuestiona que desde ese sector “se prefirió centrar el debate sobre si moralmente o individualmente el aborto estaba bien o estaba mal, pero no se estaba discutiendo eso: los abortos existen y lo que se estaba debatiendo era si tiene que ser legal o clandestino”.

“La verdad que desde el 9 de agosto para acá no bajó la cantidad de abortos, no bajaron la cantidad de internaciones, complicaciones, enfermedades y muertes y el Estado sigue mirando para un costado frente a una problemática que existe, existió y existirá”, agrega Cahn.

Carpineti opina que “la otra cara del debate es cómo queremos que crezcan los niños y las niñas en la Argentina, los que llegan al mundo y qué hace el Estado para garantizar una maternidad y una infancia con derechos”.

Más allá de 2018

Por octava vez, la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito volverá a presentar en marzo de 2019, en el Congreso, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Aunque todavía no se conoce la letra chica del nuevo proyecto, ya adelantaron que tendrá cambios con respecto a la iniciativa que fue debatida a mediados de 2018 en el Parlamento.

 Embed      

Cahn resalta que hay que “celebrar” que “el aborto salió el clóset y no vuelve más”  y ahora hay que “esperar que se puedan encontrar los consensos para tener una ley que pueda mirar de frente esta problemática de salud pública y de salud de las mujeres”.

Sin embargo, también alerta sobre la influencia de ciertos grupos conservadores que militaron fuerte contra el aborto y que tienen influencia en las políticas públicas: “Nosotros decíamos ‘cuidado a todo ese supuesto consenso alcanzado en la educación sexual y la difusión de métodos anticonceptivos' porque muchos de los que se opusieron al aborto también se habían opuesto a las leyes de educación sexual integral, de salud reproductiva y procreación responsable, de matrimonio igualitario, y una vez rechazado el aborto, se confirmó esa profecía porque fueron por otros derechos conquistados”.

Según Faur, el proyecto para la IVE  “va ser ley, eso es irreversible, pero no sabemos cuándo: no sabemos si va a ser en 2019 porque la composición de la cámara (de Senadores) es la misma, pero lo que sí va a ocurrir es que en el debate electoral éste va a ser un tema que va a estar permanentemente en los medios y en los debates públicos".

"No va a haber un solo candidato o candidata que no esté interpelado o interpelada en relación con cuál es su posición sobre la legalización del aborto, algo que jamás había estado en los debates presidenciales y legislativos”, afirma.

Aunque no se sabe cuál será la suerte del proyecto en un año clave de elecciones presidenciales, entre aquellos que militan a favor del aborto hay consenso: tarde o temprano va a ser ley.