Tensión por el avión venezolano-iraní

Avión varado: las fuerzas de seguridad en alerta por posibles "objetivos humanos" del terrorismo iraní

Un ex funcionario de Seguridad advirtió que hay más alertas de posibles atentados que el Ministerio custodia. El silencio del Gobierno. ¿Cómo sigue el caso del sospechoso avión?
Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
La justicia investiga a los pilotos del Boeing 747 y su conexión con posibles atentados en el pais

La justicia investiga a los pilotos del Boeing 747 y su conexión con posibles atentados en el pais

Mientras el gobierno de Alberto Fernández minimiza el ingreso del avión venezolano de Emtrasur tripulado por agentes iraníes vinculados al terrorismo islámico, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, organiza dispositivos de máxima seguridad, porque agencias de inteligencia internacionales notificaron posibles atentados de la organización fundamentalista Hezbollah contra “objetivos humanos” y procedió a custodiarlos con fuertes protocolos antiterroristas.

El periodista especializado en terrorismo internacional George Chaya, de Infobae, fue notificado por la Policía Federal de que un servicio de inteligencia alertó que Hezbollah preparaba un atentado en su contra. Pero según la oposición, Chaya no es el único y existen otras alertas.

Desde hace 72 horas, Chaya está bajo fuerte custodia de la Policía Federal. Pero las agencias internacionales de inteligencia recomendaron también la custodia de otros “objetivos humanos” cuyos nombres no trascendieron.

El diputado Gerardo Milman, de Juntos por el Cambio, ex secretario de Seguridad de Patricia Bullrich y mano derecha de la presidenta del PRO, aseguró a A24.com y a Radio Cultura 97.9 que existieron notificaciones de la misma agencia por varios “objetivos humanos” en la Argentina. Pero no quiso revelar sus nombres. Sin embargo, señaló que la Policía Federal también los custodia. El Ministerio de Seguridad no respondió las consultas.

La trama del avión y los alertas de atentados

Estas advertencias de una agencia internacional de inteligencia están vinculadas con la llegada al país el 6 de junio último del Boeing 747-300, tripulado por Gholamreza Ghasemi, piloto iraní y CEO de la empresa Qeshm Fars Air. El avión de Emtrasur había pertenecido a otra empresa iraní Mahan Air y ambas firmas están vinculadas a las Fuerzas Quds, el brazo de inteligencia exterior de la Guardia Revolucionaria de Irán y el Hezbollah, organizaciones del terrorismo fundamentalista.

Desde entonces, Ghasemi y los otros 18 tripulantes -15 venezolanos militares- están retenidos e investigados por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, que retuvo sus pasaportes y les prohibió la salida del país.

“Es un tema altamente sensible”, señaló ayer a A24.com un funcionario de Seguridad. En la cartera de Aníbal Fernández no dieron más precisiones y nadie confirmó ni desmintió otros posibles “objetivos humanos” custodiados por la cartera.

Según difundió el jueves la Embajada de Israel y luego dos informes del FBI de los Estados Unidos remitido al juez Villena, se consolida la hipótesis de una trama de empresas aéreas iraníes como Mahan Air, Qeshm Fars Air y las Fuerzas Quds, la Guardia Revolucionaria de Irán y el Hezbollah.

La embajada israelí y el FBI señalaron que esas empresas aéreas se dedican al tráfico de armas, de equipamiento y de personas para operaciones de terrorismo internacional y que operan para el Hezbollah.

Investigan el desembarco del terrorismo en América latina

La sospecha ahora de Estados Unidos, Israel, el Mossad y la Justicia consiste en que este episodio del avión es una operación de inteligencia de alto nivel de Irán a través de una fachada venezolana que indicaría que esa organización fundamentalista profundiza su intención de exportar el terrorismo a América latina.

Pero tendría una nueva modalidad: ya no más atentados masivos sino a “objetivos humanos”, es decir ciudadanos fuertemente identificados con Israel o la colectividad judía en sus países.

Tal como adelantó A24.com el viernes último, esa es la información y la preocupación ahora en los Estados Unidos e Israel, tal como ocurrió con alertas de intentos de atentados en Turquía, Colombia, Kenia, Tailandia y Chipre en las últimas semanas. Es por eso que la alerta de una agencia internacional sobre un posible atentado del Hezbollah al columnista Chaya cobró una dimensión de altísima preocupación en el Gobierno.

Fernández y Rossi recibieron la alerta de atentados

Esa alerta fue recibida, según fuentes oficiales, por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y por el interventor en la AFI, Agustín Rossi. El Gobierno hizo la denuncia en los tribunales de Comodoro Py y quedó radicada en el juzgado de Ariel Lijo.

Según sospechan ahora Israel, Estados Unidos, la justicia y la oposición, el ingreso del Boeing 747-300 fue parte de una operación de inteligencia para organizar atentados contra “objetivos humanos”, como adelantó A24.com el viernes último. “Esta es una operación de inteligencia de Venezuela e Irán en varios países de América latina con varios objetivos humanos”, dijo Milman este lunes a Radio Cultura 97.9.

“Vinieron por objetivos humanos. Aníbal Fernández lo sabe porque él mismo mando a la Policía Federal a hacerles custodia a esos objetivos humanos, aunque no puedo dar sus nombres por respeto a ellos, si ellos no acceden”, dijo Milman a A24.com. Confirmó así que existen otras alertas además de George Chaya.

Consultado sobre si el Ministerio de Seguridad los está custodiando, Milman aseguró: “Entiendo que sí”. Sin embargo, consultado por A24.com el Ministerio de Seguridad, los voceros de Aníbal Fernández no respondieron a la pregunta específica de si existían otros operativos de custodia además del de Chaya.

Chaya quedó bajo custodia de la Policía Federal con un fuerte dispositivo de seguridad que sigue todos los protocolos antiterroristas. Por consejo de su abogado Juan Felix Marteau, no hizo declaraciones y está en contacto con el juzgado.

La conexión entre terrorismo, narcotráfico y crimen organizado

En su última nota en Infobae, Chaya había formulado un pormenorizado informe de la situación del terrorismo fundamentalista internacional, sus ramificaciones delictivas, el narcotráfico y el crimen organizado en América latina.

La nota llevaba el título “El avión iraní-venezolano en Ezeiza y el avance de las redes criminales trasnacionales para desestabilizar la región; Qué hay detrás del caso de la aeronave de Emtrasur retenida en el aeropuerto de Buenos Aires”.

En su primer párrafo, arrancaba diciendo: “En el primer semestre de 2022, Latinoamerica se ha visto convulsionada por el asesinato de tres funcionarios fiscales que combatían redes criminales estrechamente ligadas al lavado de activos, al narcotráfico y al terrorismo islamista”.

Señalaba también que “la dinámica emergente de esas redes no es ajena al fenómeno regional entrelazado y vinculado al narcotráfico, al trafico de armas y delitos conexos en nuestro continente y más allá de sus lazos con la delincuencia común como con el PCC (Primer Comando Central) y el Comando Vermelho, ambos grupos nacidos en Brasil, todos ellos se encuentran vinculados a posibles redes islamistas en América Latina”.

Ahora, la lupa se posa en el copiloto, Mahdi Museli

Las pistas del terrorismo islámico no se agotan en el comandante del avión Gholamreza Ghasemi. También está ahora bajo sospecha el copiloto Mahdi Museli, de quien Milman sostiene que es “un agente de inteligencia mucho más peligroso” porque “ingresó con apellido falso”.

En declaraciones a Radio Cultura 97.9, el ex secretario de Seguridad de Patricia Bullrich señaló que “Ghasemi y Museli pertenecen a una célula del Ministerio de Inteligencia iraní llamada Pasdrán”. Milman cuenta con información directa de Israel por su paso en el Ministerio con Bullrich.

Por su parte, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, dijo este lunes en Radio Mitre que los pilotos Ghasemi y Museli son altamente sospechosos. “¿Quiénes son los demás miembros de ese Consejo Directivo? Por ahí nos encontramos con sorpresas. ¿Quién es el copiloto? ¿Es correcto el apellido? ¿O no?”. Todos los tripulantes se encuentran retenidos en el Hotel Plaza Central de Canning, cercano al aeropuerto de Ezeiza.

"No son homónimos ni instructores, ni se dedican a repartir juguetes"

Aquino también apuntó con ironía contra Aníbal Fernández y Agustín Rossi. “Ojalá que nadie se enoje: no eran instructores de vuelo, no es homónimo ni antónimo. Es una persona asociada a una empresa que no se dedica a repartir juguetes", ironizó Aquino sobre Ghasemi y Museli. El FBI reveló que Ghasemi era piloto y accionista de una empresa iraní Qeshm Fars Air, vinculada al terrorismo.

"Sabemos que la empresa ha estado transportando armamento a Siria, son como vuelos del terror", apuntó el ministro. Contradijo así a Aníbal Fernández, que había dicho que Ghasemi era un “homónimo”, y a Agustín Rossi, que había conjeturado que eran “instructores” de vuelo.

Temor a células dormidas del terrorismo fundamentalista

El peligro que vislumbran los investigadores y la inteligencia israelí radica en que tras el atentado a la AMIA en 1994, en el que murieron 85 personas, en la Argentina haya células dormidas del terrorismo islámico.

Es por ello que la DAIA se presentó como querellante en la causa del juez Villena por su presunción de que existe un “delito continuo” que empezó con el ataque a la AMIA (1994), siguió con el Pacto con Irán por el Memorandum del gobierno de Cristina Kirchner (2013), el asesinato del fiscal Alberto Nisman (2015), y la presencia del avión de Emtrasur.

A partir de ahora, las instituciones judías pedirán que los agentes iraníes sean juzgados y procesados en la Argentina, mientras que el gobierno de Alberto Fernández comenzó a presionar para que Villena libere a los detenidos y los deje salir del país por temor a un conflicto mayor con Venezuela e Irán.

Una red de organizaciones para desestabilizar la región

El ex jefe de la ex SIDE Miguel Angel Toma sostuvo en Radio Cultura que detrás de la operación venezolana iraní “existe una organización entrelazada entre el terrorismo, la narcoguerrilla y el crimen organizado para desestabilizar en la región a los gobiernos que no son de izquierda”.

Incluso, vinculó a la narcoguerrilla colombiana con las organizaciones pseudomapuches como la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y Facundo Jones Huala. En ese contexto, incluyó al asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en la isla de Barú, el Caribe colombiano, el 10 de mayo último.

Pecci investigaba casos de narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo en Paraguay. Se encontraba de luna de miel con su esposa cuando dos sicarios lo asesinaron a balazos desde una moto de agua. "Con esta modalidad de atentados a personas en lugar de blancos masivos es fácil contratar a dos sicarios", dijo Toma.

Por ese crimen, fueron capturados cinco sospechosos. En línea con Toma, el gobierno colombiano de Ivan Duque dijo que hubo un plan para asesinar a Pecci “por un acuerdo entre organizaciones criminales internacionales, coordinado con el Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil”. El PCC es uno de los grupos mafiosos más poderosos de la región, también mencionado por Chaya en sus notas.

Pecci, fiscal antimafia, investigaba los casos más importantes de narcotráfico y lavado de dinero en su país, entre ellos contra el PCC y también había investigado a una estructura de Hezbollah.