Según pudo saber A24.com, el Presidente defendió la idea de que los cambios de gabinete debían ser luego de las elecciones generales del 14 de noviembre próximo.
Cristina Kirchner también pidió las cabezas de gran parte del gabinete, pero Cafiero y Guzmán son los principales apuntados por ella y por La Cámpora, que dirige el jefe del bloque de diputados del Máximo Kirchner. Ahora, el Presidente espera una negociación con Cristina Krichner para definir el futuro del gobierno.
“Si hacemos ahora los cambios y perdemos en noviembre, los nuevos ministros van a quedar totalmente desgastados”, dijo un ladero de Alberto Fernández al reproducir el argumento del Presidente en esa discusión. “Hay que tomar nota de la derrota en las PASO. Si no los hacés ahora, perderemos por mayor margen”, sostiene la vicepresidenta.
En la mañana de ayer, el Presidente le dio un fuerte respaldo a Guzmán: lo hizo hablar en la presentación del proyecto de Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. Ello enfureció a Cristina Kirchner, que lo interpretó como un desafío a ella, y ordenó las renuncias en cadena de todos los ministros de los gobernadores que le responden: Axel Kicillof, de Buenos Aires, y Alicia Kirchner, de Santa Cruz.
“Los ministros de Kicillof hicieron una puesta en escena, sus renuncias fueron simbólicas. En realidad todo fue una presión al Presidente para que tome nota”, dijo un funcionario kirchnerista. Luego, Cristina ordenó poner “a disposición su renuncia” a todos sus funcionarios nacionales.
Así renunciaron los ministros del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; de Justicia, Martín Soria; de Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi; de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; de Cultura, Tristán Bauer; de Ambiente, Juan Cabandie, y las directoras de la Anses, Fernanda Raverta, del PAMI, Luana Volnovich, del Inadi, Victoria Donda, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, el presidente del ACUMAR, Martín Sabbatella.
Las puertas de su cartera de Interior frente al Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, de acceso público, permanecieron desde el mediodía cerradas con llaves.
El Presidente Alberto Fernández resistió el embate y se reserva la decisión para él
“El punto de conflicto es si los cambios de gabinete deben ser ahora, como piden Cristina y La Cámpora, o luego de las elecciones de noviembre, como dice Alberto”, confiaron a A24.com las fuentes oficiales.
“Por ahora, el Presidente resiste el embate . Y ahora queda claro que fue una gran operación. Y quedan muy mal parados ellos, los kirchneristas”, confió un colaborador de uno de los ministros albertistas.
“Ahora va a decidir el Presidente cómo seguir. Y las decisiones las va a tomar él cuando él quiera”, señaló. En ese sentido, por ahora Alberto Fernández esperaría a noviembre. Pero la dinámica de la crisis podría precipitarse.
“Hoy no va haber nada, no tomará ninguna decisión ni definición, no les aceptará ni les rechazará la renuncia a los ministros kirchneristas”, dijo a A24.com otra fuente del Presidente.
El Presidente y sus ministros leales discutieron en varias reuniones cargadas de nerviosismo durante la jornada del miércoles en la Casa Rosada la posibilidad de romper con el kirchnerismo, pero luego resolvieron mantener la unidad del Frente de Todos en medio de la peor crisis. En medio de ello, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se ofreció como mediador para mantener la unidad y algunos hablan de que podría ser jefe de Gabinete.
Alberto Fernández le dejará la decisión de irse a los ministros de Cristina
Según pudo saber A24.com, Alberto Fernández no responderá a las renuncias y dejará esa decisión en la iniciativa de la vicepresidenta. “Si quieren bajarse ellos que lo hagan ellos”, dijo uno de los funcionarios leales al Presidente.
Pero hubo ministros albertistas, vinculados con los intendentes del conurbano, que sugirieron la posibilidad de desprenderse de los ministros de La Cámpora y cerrar filas con la CGT, los gobernadores y los intendentes del PJ. Pero triunfó la postura de mantener la unidad de la coalición de gobierno.
Los asesores principales de Alberto Fernández comenzaron a llamar a gobernadores, intendentes y miembros de la CGT para que salieran a dar su apoyo al Presidente y a reclamar unidad. También instruyeron a los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Seguridad, Sabina Frederic, para que hicieran declaraciones públicas en ese sentido, lo cual fue interpretado como una respuesta tajante a las renuncias de los ministros de Cristina Kirchner y a la propia vicepresidenta.
“Si así y todo deciden bajarse ellos del Gobierno será la iniciativa de ellos”, dijo uno de los funcionarios. La crisis forma parte de la consecuencia de la dura derrota en las PASO del domingo último en la que el Frente de Todos perdió contra Juntos por el Cambio en todo el país, por 40,5% a 31% de los votos.
“Alberto no lo va a definir hoy y no habrá definiciones: ni les acepta la renuncia ni se las rechaza. Nada. Mañana puede haber definiciones”, decían anoche en la Casa Rosada.
Otros ministros en la mira de Cristina: Kulfas, Moroni, Frederic y Trotta
Además de Cafiero y Guzmán, en la mira de Cristina Kirchner y de La Cámpora están los ministros de Producción, Matías Kulfas, de Trabajo, Claudio Moroni, de Seguridad, Sabina Friederic, y de Educación, Nicolás Trotta, entre otros.
También la Casa Rosada tuvo el apoyo del Movimiento Evita, que lideran los funcionarios Fernando “Chino” Navarro, de la jefatura de Gabinete, y Emilio Pérsico, del Ministerio de Desarrollo Social.
El secretario Gremial de la Union de Trabajadoras y Trabajadores de la Economia Popular y Presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo Evita, Gildo Onorato, comenzó a preparar una movilización para hoy a las 15 a Plaza de Mayo en "respaldo al Presidente y por la unidad del Frente de Todos".
“Estamos pasando un momento muy delicado, el veredicto de la voluntad popular fue claro, hay que resolver problemas concretos, lo peor en este momento es priorizar las intrigas de palacio”, dijo a A24.com un dirigente del Movimiento Evita.
Aníbal Fernández llevó un mensaje: hacer los cambios antes de noviembre
En plenos cabildeos, el interventor en Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, Aníbal Fernández, fue a visitar a Alberto Fernández. El ex jefe del gabinete de Cristina Kirchner dejó una definición sugestiva sobre el centro del conflicto: “Si yo estuviera en su lugar haría los cambios antes de las elecciones de noviembre para no generar expectativas”, dijo al salir del encuentro a la prensa. “Pero es una opinión personal, no soy un intermediario de Cristina”, señaló.
El Presidente se reunía en ese momento en su despacho con los ministros leales: Cafiero, Guzmán, Kulfas, Moroni, Frederic, Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Juan Zavaleta (Desarrollo Social), Matías Lammens (Turismo y Deportes), Carla Vizzotti (Salud) y Felipe Solá (canciller), y con los funcionarios Julio Vitobello (secretario general de la Presidencia), Vilma Ibarra (secretaria legal y Técnica), Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete), y Juan Pablo Biondi (vocero presidencial).
En medio del nerviosismo trascendió de la Casa Rosada que “Aníbal Fernández fue a llevarle un mensaje de Cristina de que haga los cambios ahora y antes de noviembre, pero Alberto resiste el embate y decidirá cuando él lo disponga”.
Cristina Kirchner puso a Alberto Fernández en una encrucijada: si aceptaba las renuncias de los ministros K y sostenía a sus ministros, rompía el Frente de Todos y podría fracturar los bloques oficialistas en el Congreso; si rechazaba las renuncias quedaría debilitado en su autoridad y con ministros debilitados que exponían una fractura de hecho. Es por ello que Alberto Fernández todavía no tomó definiciones.
Uno de los barones del conurbano con historia en el peronismo aseguró que muchos intendentes “están hartos de La Cámpora que se quiere llevar puesto el país y están apretando a Alberto, que se los tiene que sacar de encima y apoyarse en el PJ”.
De ese modo, decía, podría “restablecer el vínculo con los sectores medios que no quieren a los camporistas”. Era uno de los intendentes a los que la Casa Rosada llamó para hacer un tuit.
Llegan críticas a Alberto desde el conurbano peronista
“Yo hice el tuit, pero no porque apoyo a Alberto, sino por el país. Cristina está desesperada porque queda en minoría en el Senado. El Presidente no puede rechazar las renuncias porque él pierde autoridad política y los ministros quedan en funciones, pero desdibujados y sin poder”, se desesperó.
“Esta crisis se va a agudizar y si no rompe con La Cámpora en noviembre van a perder peor, total perderán igual”, dramatizó. Y dictaminó: “En el fondo, Cristina presiona a fondo porque quiere quedarse con el gabinete, y en el fondo lo que están dirimiendo es quién gobierna, si él o ella”.