Las hipótesis de trabajo son muchas. Intentan determinar si Sabag actuó solo, instigado o en grupo. Quieren saber si el tiro falló voluntariamente o por su impericia, y también analizan el papel de la seguridad de Cristina Fernández de Kirchner.
Según contaron los testigos civiles en Comodoro Py, los jóvenes que hacían un cordón humano advirtieron el hecho y se abalanzaron sobre el atacante, lo tantearon, se cayó el arma, la pisaron, atraparon al agresor prácticamente tomándolo de los pelos y buscaron a la policía.
Luego la ex presidenta declaró ante la justicia que no se dio cuenta de que la habían apuntado a la cabeza hasta que llegó a su casa y lo vio en televisión.
La detención civil de Sabag fue el punto de partida de este caso sin precedentes que recién comienza y ya tiene al menos 10 cuerpos.
Los ejes de la investigación
La investigación del atentado contra Cristina Kirchner está en marcha poniendo el acento en varios ejes: el perfil de Fernando Sabag; la pesquisa sobre el arma; el barrido de las cámaras de la vía pública que muestran su recorrido hasta el domicilio de la vicepresidenta; el contenido del teléfono y la computadora del imputado; y, sus vínculos incluidos los contactos virtuales.
Durante las primeras horas, la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rivolo dispusieron la búsqueda de pruebas para establecer las responsabilidades sobre lo que por ahora es un intento de asesinato. No obstante, los equipos trabajan con la mente abierta a todas las conjeturas, pues tienen en cuenta la importancia y la expectativa que está puesta sobre esta causa.
El perfilado del imputado es uno de los temas centrales, porque el estudio de su personalidad a través de una mirada integral de profesionales médicos, psicólogos y sociólogos, permitirá observar si surge alguna patología oculta de base. Estos datos servirían para analizar, por ejemplo, si actuó por impulso o premeditadamente.
La hipótesis judicial sostiene que el arma secuestrada es la misma que utilizó Sabag para atacar a Cristina Kirchner. Para corroborarlo están realizando el rastreo de huellas sobre la pistola Bersa semiautomática de acción simple, calibre 32 (7,65mm Browning), modelo Lusber 84.
Los peritos ya adelantaron que la pistola y los 5 cartuchos con los que estaba cargada eran aptos para el uso. Indicaron que la probaron y no presentó ningún inconveniente, por lo tanto, están convencidos de que el tiro no salió, porque el atacante no había movido la corredera que coloca la bala en la recámara.
De este modo, el interrogante sigue siendo si Sabag no preparó el arma por impericia, o si en realidad su intención no era matar a Cristina Kirchner.
La reconstrucción de los movimientos del acusado está focalizada en averiguar cómo fueron los actos preparatorios del atentado.
Por un lado, están revisando las imágenes registradas a través de las cámaras de seguridad ubicadas en la vía pública. Lograron descifrar el recorrido, aunque guardan bajo siete llaves si esa pesquisa descubrió algún encuentro con otra persona, o cualquier otra conducta sospechosa.
Por otro lado, analizan el teléfono celular Samsung A13 y la computadora HP de Fernando Sabag buscando información sobre sus contactos. La tarea está a cargo de la Policía Federal y la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen (UFECI) a cargo de Horacio Azzolin.
Pero se presentó un problema inédito. En medio de idas y vueltas para intentar extraer la información del celular, el equipo se reseteó, y ahora enfrentan el desafío de recuperar ese material, por el riesgo de perder alguna evidencia clave.
Una de las incógnitas es si alguna persona tuvo acceso a las cuentas personales de las redes sociales de Sabag, y eventualmente se ocupó de borrar datos comprometedores. Asimismo, revisan sus cuentas bancarias, y de otras plataformas digitales.
¿Qué pasó con el teléfono?
Tras varios intentos fallidos de la Policía Federal para desbloquear el teléfono móvil de Fernando Sabag, solicitaron la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que al parecer contaba con un software más efectivo.
El celular fue trasladado por uno de los secretarios del juzgado hasta la sede de la PSA en Ezeiza. Al recibirlo, los técnicos reportaron que estaba formateado (es decir que había regresado al modo operativo de fábrica).
Este domingo deberán declarar como testigos los dos técnicos de la PSA que recibieron el teléfono. No obstante, la justicia espera poder recuperar información vital para la investigación a través de la tarjeta SIM, que contiene contactos de teléfono e imágenes.
Las hipótesis que analizan en Tribunales. El rol de la seguridad de la vicepresidenta.
A medida que asomen las respuestas, la justicia se propone rearmar el rompecabezas de todas las hipótesis que están en danza.
La más básica es que Fernando Sabag se las arregló para conseguir el arma y actuó por su cuenta. Pudo haber sido planeado, o, por un impulso consecuencia de alguna alteración en su conducta aún no revelada.
Otra opción sería que el atacante haya disparado contra la ex presidenta instigado por alguien más o alguna organización.
En relación al rol de la custodia presidencial, no estarían pensando en complicidad, sino en negligencia.
Es sabido que en las apariciones públicas de Cristina Kirchner es la misma militancia la que se encarga de cuidarla. En la puerta de su casa se organizaban cordones humanos para que los simpatizantes se ordenarán detrás de ese especie de vallado.
Más allá de su buena voluntad, no son profesionales para detectar el peligro, pues su tarea principal es evitar que las personas que quieren saludar a la vicepresidenta lleguen a rodearla.
Así y todo, fueron quienes reaccionaron para atrapar al agresor, mientras resta saber porque la custodia oficial no lo detuvo, ni extrajo del lugar a Cristina Kirchner.
Estas dudas también las tiene la justicia, por eso no sería una sorpresa que termine apuntando sobre los hombres que cuidan a la vicepresidenta, cumpliendo órdenes de Diego Carbone.
Qué dijo y qué evitó decir la vicepresidenta durante su testimonial.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rivolo fueron al departamento de Cristina Fernández para tomarle declaración testimonial. El encuentro fue breve y muy protocolario. La vicepresidenta es considerada la víctima de un intento de homicidio y le pidieron que aporte detalles de lo que vió en el momento del ataque.
Ella fue clara, dijo que no se dio cuenta de que le habían apuntado en la cabeza hasta que vio las imágenes por televisión. Hubo otras preguntas relacionadas con su seguridad, y el trámite terminó.
Durante los 50 minutos que duró la visita, Cristina Fernández no mencionó nada sobre su intención de convertirse en querellante en la causa, ni realizó ningún pedido especial. Tampoco hizo comentarios por fuera de este expediente.
En este punto vale recordar que el fiscal Rivolo es además el presidente de la Asociación de Fiscales que respaldó el trabajo de su colega Diego Luciani en el juicio Vialidad. La pelea de Cristina Kirchner con la justicia venía en ascenso luego de que Luciani pidió para ella 12 años de condena por considerarla la presunta jefa de una asociación ilícita que defraudó al Estado.
Precisamente este lunes, el TOF 2 retoma las audiencias con los alegatos de las defensas, y el turno de la ex presidenta sería el próximo 19 de septiembre.