El funcionario explicó que se llegó a este número porque se agregó a la demanda de alimentos gente que vivía de changas y que, por las medidas de prevención de contagios, no pudo continuar con ellas.
"A los que ya estaban en los comedores y centros comunitarios se agregaron quienes hacían changas e iban a un comedor muy eventualmente; el que nunca había estado en un comedor e incluso el que tiene un trabajo formal pero sus ingresos no le alcanzan", enumeró Arroyo.
Arroyo precisó que los datos actualizados al 31 de julio indican que el Estado invirtió "70.000 millones de pesos en alimentos, en sólo siete meses, comparados con los 28.000 millones durante todo el año pasado".
"De este total de 70.000 millones -precisó- unos 52.000 millones fueron a través de la tarjeta alimentaria y el resto compra de alimentos y dinero derivados a comedores y comedores comunitarios, unos 3000 centros a los que transferimos fondos".