Un nuevo episodio enfrenta a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires por los protocolos que se aplicarán en cada jurisdicción de cara al ciclo lectivo 2022. En este caso, la disputa se centró específicamente en el uso del barbijo.
Un nuevo episodio enfrenta a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires por los protocolos que se aplicarán en cada jurisdicción de cara al ciclo lectivo 2022. En este caso, la disputa se centró específicamente en el uso del barbijo.
La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, sostuvo que hasta cuarto grado no será obligatoria la utilización del tapabocas porque dificultan el aprendizaje. En tanto, el titular de la cartera de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, la cruzó por sus declaraciones y afirmó que "es mentira que su uso repercuta en la educación".
"Es una maldad que debería dejar de hacer. Genera preocupación y angustia a las familias", aseveró el funcionario provincial en diálogo con La Red.
La pelea no quedó allí y Acuña ahondó en sus explicaciones y le replicó al alfil bonaerense: “No sé con qué evidencia está hablando. Nosotros tenemos evidencias concretas y evaluamos desde el 2020 cómo es el impacto de la pandemia en las escuelas. Hay miles de hojas escritas sobre el aprendizaje y la importancia de la fonética”.
En diálogo con CNN Radio, la funcionaria detalló que “el barbijo reduce el sonido y no permite ver la modulación propia del alumno ni de sus pares. Esto afecta el proceso de aprendizaje. No es una cuestión de gustos, sino de evidencia y análisis sobre el aprendizaje”.
“Más allá de la ciencia, cualquiera que entre a un aula y escuche a un niño leyendo en voz alta se va a dar cuenta que no solo el niño se puede expresar bien, sino que nadie lo comprende”, agregó.
Además, Soledad Acuña fue tajante al afirmar que “en Provincia no evaluaron durante todo el período de la pandemia y es difícil que tenga evidencias en las aulas. Tomaron la decisión de no evaluar y no tienen evidencias”.