Son esas tres. Podrían haber sido otras. Una portavoz participando de un sorteo de vibradores. El exministro estrella del Gobierno tocando la guitarra en un estudio de TV y el presidente dilatando decisiones.
Son esas tres. Podrían haber sido otras. Una portavoz participando de un sorteo de vibradores. El exministro estrella del Gobierno tocando la guitarra en un estudio de TV y el presidente dilatando decisiones.
Gabriela Cerruti, portavoz presidencial, participó de un concurso de un consolador justo en medio de lo peor de la corrida del dólar subía a 320, 330... arrobó a sus amigas: Patricia Malanca y Nancy Pazos. Aclaración: es lo mismo que sea un juguete sexual o una taza de té; no es una persecusión al goce sexual, sino al rol que tiene que tener un funcionario público en medio de una crisis. ¿Es momento de participar de un concurso en redes sociales?
Matías Kulfas dejó el Gobierno en medio de un papelón. A través de un off difundió que el Ejecutivo había direccionado una obra pública a favor de Techint; responsabilizó a los funcionarios kirchneristas del área energética, pero por transferencia le pegaba también al Gobierno en general. No era una obra cualquiera, sino la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, principal obra de infraestructura para resolver los problemas energéticos del país; no hacía falta ruido ahí.
Kulfas fue eyectado del Gobierno después de un tuit de Cristina Kirchner. Alberto Fernández lo echó de inmediato, con una rapidez llamativa para una gestión que todo lo demora. Era su principal asesor en materia económica, desde que Alberto era apenas un armador político que se juntaba con sus amigos del "Grupo Callao".
"El desarrollo del país y el fin de la pobreza son la razón de mi vida", escribía Kulfas en su carta de renuncia. Una semana después, en la Justicia, descartaba completamente su renuncia de corrupción. Un mes y medio después apareció en un estudio de TV -el larretista Canal de la Ciudad- tocando una rancherita mexicana con su mujer Yamina del Real. Armaron un grupo que se llama "Yamina del Real y sus Matías". Las guitarras son Matías Albamonte y Matías Kulfas. Tocan este jueves 28 en el Tasso. Recomiendan ir temprano.
En medio de todo esto, el presidente procrastina decisiones. El lunes en Casa Rosada mandaban los trascendidos, relatados por Mariano Obarrio en A24.com. Que Massa iba a la jefatura de Gabinete, o un superministro de Economía. Que Manzur iba como canciller o quizás Scioli. Que quizás Capitanich como jefe de Gabinete. A Cafiero le buscan un lugar en la Rosada, aunque no saben dónde meterlo. El prometido relanzamiento.
No se sabe si esas operaciones salen de la boca de Alberto Fernández o si se le ocurren espontáneamente a su entorno.
Lo cierto es que pasan los días y los rumores crecen y crecen.
Por las dudas, no vaya a ser que alguien se equivoque, Massa anda diciendo que ya en estas condiciones no le interesa asumir nada. Ya no hay tiempo para recuperarse políticamente si se toman las medidas que hay que tomar. Si va al Gobierno, tendrá que ser a título personal. Manzur sigue diciendo que no pasa nada. Que él mientras esté en su cargo, está en el cargo. La templanza tucumana es una virtud en un gobierno errático.
A 3 semanas de haberse eyectado del ministerio de Economía, Martín Guzmán se vuelve a mostrar en público. Fue en una reunión con Antonio Aracre, el empresario que más militó por el desdoblamiento cambiario para poder incentivar a que los exportadores liquiden divisas. La medida fue bochada por Cristina; finalmente se implementará algo similar pero por un mes. ¿Será suficiente?
Como contó A24.com, Martín Guzmán no tiene pensado dejar el país (¿ni la política?). Sigue manteniendo reuniones con economistas, empresarios y sindicalistas.
La cereza del postre la pone Cristina Kirchner (¿otra funcionaria que no funciona?) volviendo a meter el tema de sus causas judiciales en la agenda en medio de una crisis económica que derrapa. Quizás la actitud de la líder deja más en claro por qué los funcionarios están tan lejos de las necesidades de la gente.