La primera reacción del gobierno después de la marcha en defensa de la universidad pública fue decir: "Nos parece muy sano que la oposición se haya manifestado de manera ordenada y sin disturbios”.
El Poder Ejecutivo reconoció que fue una manifestación “sin disturbios”, pero criticó la participación de dirigentes opositores y movimientos de izquierda.
La primera reacción del gobierno después de la marcha en defensa de la universidad pública fue decir: "Nos parece muy sano que la oposición se haya manifestado de manera ordenada y sin disturbios”.
Así se expresaron sus fuentes a A24.com y negaron un desfinanciamiento en el sector. El plan “a largo plazo” que forma parte de la base ideológica de La Libertad Avanza, sigue su paso.
Por la mañana, el vocero Manuel Adorni ratificó la postura que venían expresando distintos integrantes del Gobierno desde que se convocó la marcha universitaria: que “es legítimo cualquier reclamo” de los alumnos, pero que también se mezclaron “aquellos que hacen política”, de distintos partidos.
A su vez, el Gobierno criticó la participación de dirigentes de la oposición y de movimientos de izquierda como Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, y dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), como Facundo Manes y Martín Lousteau, entre otros.
Las autoridades nacionales parecen haber tomado nota de las miles de personas que marcharon este martes en rechazo de la desfinanciación de las universidades, que fue la primera masiva que enfrentó esta gestión y que incluso superó a las fuerzas de seguridad, que no pudieron evitar el corte del tránsito.
Mientras se realizaba la manifestación, Javier Milei retuiteó varios videos de algunos de los protestantes que fueron entrevistados por los canales de televisión que cubrieron el evento, los cuales insultaban al jefe de Estado.
“Usaron a los chicos para cuidar sus cajas. La educación pública está garantizada. Lo único que peligra son los curros de unos pocos...”, sostuvo el subsecretario de Prensa, Javier Lanari.
El Gobierno remarcó en reiteradas oportunidades que están “lejos de querer cerrar las universidades”, sino que solamente reclaman que las casas de estudio acepten someterse a auditorías externas para que se conozca cómo se administran los fondos entregados por el Estado.
Lo que sí explican en la cúpula del Poder Ejecutivo es que en la ideología de libre mercado de Milei está la perspectiva de que la educación superior, así como otros servicios que actualmente son públicos, sea arancelada, aunque aclaran que “esa es una discusión para dentro de muchos años”.
Adorni adelantó una propuesta que sí está en agenda, que es comenzar a cobrarles una matrícula a aquellos estudiantes que no cuenten con la nacionalidad: “El costo de que un extranjero venga a estudiar a una universidad pública a la Argentina lo pagamos nosotros. Vos, yo y el alumno que está al lado del alumno extranjero. Son temas que hay que atender, debatir, y no nos parece que sea una discusión que no deba darse”, expresó.