En su mensaje, Francisco recordó a Esther Ballestrino de Careaga, la madre de Plaza de Mayo desaparecida en 1977 por el grupo de tareas a cargo de Astiz. Cuando Jorge Bergoglio tenía 17 años trabajó a sus órdenes en un laboratorio de análisis clínicos y la deslumbró con su "amplitud en las ideas políticas".
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El mensaje transcripto de Francisco a Ana María Careaga, hija de Esther Ballestrino, una de las fundadoras de las madres de Plaza de Mayo (Foto: cuenta oficial de Instituto espacio para la Memoria).
Francisco: "No aflojen"
El papa recibió en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano, a Anita Fernández. Es la hija de Ana María Careaga. Estuvo detenida desaparecida durane el embarazo de Anita, pero no le dijo nada a sus captores. Tenía 16 años en ese momento, en junio de 1977. Fue llecada al centro clandestino de detención conocido como el "club Atlético", cerca de la propia Casa Rosada.
Cuando Ana fue liberada, su madre, Esther Ballestrino, tomó la decisión de llevarse a sus tres hijas a Brasil y luego a Suecia, para ponerlas a resguardo. Pero ella regresó para interesarse por la suerte de dos de las compañeros de sus hijas, también detenidos-desaparecidos. Al poco tiempo de estar en Buenos Aires, Esther Ballestrino de Careaga fue secustrada y figura como desaparecida desde 1977. Lanzada al már en los ignominiosos "vuelos de la muerte".
Ana María dió a luz a Ana Silvia ("Anita") en diciembre de 1977. Cuando llamó desde Suecia para dar la buena noticia, del otro lado recibió una devastadora: Su madre, Esther había sido secuestrada por los "servicios de tareas".
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Esther Ballestrino de Careaga y sus tres hijas. Eshter fue una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo. (Foto: Gentileza Diccionario Biográfico de Izquierdas).
La controvertida visita a Astiz y otros represores de la última dictadura
Un grupo de legisladores de La Libertad Avanza (LLA) estuvo en el penal de Ezeiza, para visitar a represores detenidos por ser responsables de violaciones a los Derechos Humanos durante la última dictadura militar. Entre ellos, se encontraba Alfredo Astiz, el marino responsable de la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. También de Azucena Villaflor - fundadora de Madres de Plaza de Mayo - y Esther Ballestrino.
Astiz, en ese entonces capitán de Fragata, se infiltró en el grupo que se reunía en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal. Así identificó a quienes se daban cita en esa iglesia para compartir información y estrategias para ver cómo conseguir información sobre sus hijos desaparecidos y hacer todo lo posible por recuperarlos con vida.
Con los datos de Astiz, grupos de tareas secuestraron a varios de quienes se reunían en esa iglesia. Entre ellos, a Esther Billarino. Por esa acción deleznable Astiz fue juzgado y condenado en ausencia en Francia, por el secuestro y muerte de las monjas Domon y Duquet.
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Diputados de la Libertad Avanza en la visita a represores de la última dictadura militar. Alfredo Astiz, en el círculo. (Foto:Gentileza La Voz)
El mensaje de Francisco tras la foto de la polémica
En Roma, el papa Francisco recibió a Anita Fernández, nieta de Esther Ballestrino de Careaga. En el encuentro en la residencia de Santa Marta, la mujer le pidió un mensaje especial para su madre, Ana María Careaga, por el recuerdo de Esther, desaparecida por los grupos de tarea que tuvieron los datos dados por Astiz sobre los concurrentes a la iglesia de la Santa Cruz.
El mensaje se grabó en ese momento y se puede ver, escuchar y leer en una cuenta del Instituto para la memoria. Francisco estaba enterado de esa contorvertida vivita y dijo que era muy peligroso ( sobre todo, por la posibilidad que se les otorgue un arresto domiciliario).
En ese contexto, grabó unas palabras especiales para Ana María Careaga. Francisco, cuando era joven trabajó con Esther Ballestrino. Siempre le guardó una profunda estima. Además, en los años de plomo, Bergoglio ayudó a la familia a deshacerse de una biblioteca y material que los militares en el poder durante la dictadura consideraban como "peligrosos".
Por eso, es su breve mensaje, animó a Ana María y a los suyos a seguir adelante. "No aflojen", les dijo y agregó: "conserven la memoria, de lo que han recibido, no solo de las ideas, sino de los testimonios. Ese es el mensaje que doy, en este día".
Al comenzar a hablar, el papa tuvo un cálido recuerdo hacia una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo: "Para Ana María Careaga y recordando a su madre, a Esther Ballestrino de Careaga, una gran mujer".