Sabo sostuvo que su voto ya lo tenía decidido desde antes de que ejecutaran a su hijo Roberto, crimen que puso en la agenda electoral la grave crisis de la seguridad. “Siempre votamos a los mismos”, dijo, sin decir a quiénes para no romper la veda electoral.
Después de votar, recibió las condolencias y un apretón de manos de uno de los oficiales de la policía bonaerense que custodiaba la escuela y, junto con su esposa, se fue. “Que cambie el sistema de seguridad”, repitió.
El asesinato de Roberto Sabo originó una reacción popular en Ramos Mejía, partido de La Matanza, con movilizaciones y protestas por la falta de soluciones a la crisis de inseguridad. De 48 años y padre de dos varones, a Sabo lo mataron el domingo pasado de tres disparos, cerca de las 14, en su drugstore “Pato”, situado en la avenida de Mayo y Alvarado.
Por el crimen está detenido Leandro Suárez, de 30 años, que fue indagado por los delitos de homicidio criminis causae, robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil agravados por la participación de un menor (en este caso una adolescente de 15 años que fue su cómplice).
Tras dispararle a Sabo, Suárez y la menor que iba con él escaparon en un Ford Focus negro que poco antes habían robado a un remisero que se encontraba por la zona. Durante el intento de escape, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en Saavedra y Alvear, tras lo cual ingresaron en un supermercado. Simulaban que iban a comprar, pero en realidad buscaban cambiarse la ropa para no ser reconocidos. Así quedó registrado en un video de seguridad.
Desde allí, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron alcanzados por personal de la comisaría 2a. de Ramos Mejía en avenida de Mayo y Rivadavia. Suárez había sido liberado el año pasado tras pasar seis años preso por una condena en un caso de robo.