¿No se puede ir?

Alberto, Axel y Horacio: los vínculos y disputas para evitar que se desmadre la pandemia

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Alberto, Axel y Horacio: los vínculos y disputas para evitar que se desmadre la pandemia

¿Larreta abrió de más y se le descontroló todo? En Nación dicen que no y defienden a su nuevo aliado político... o por lo menos no lo atacan. En Provincia, formalmente, también lo bancan ¿Por qué Larreta salió a anunciar una flexibilización al día siguiente de que Alberto dijera que todo seguía como estaba? ¿Explotó la Ciudad o es simplemente que están testeando más que la Provincia en barrios populares?

Las mayores críticas llegaron de los intendentes del conurbano bonaerense y después se le sumó una parte del gobierno bonaerense, aunque Kicillof ensaya algunas defensas públicas. "No me van a escuchar decir algo contra Larreta, venimos coordinando políticas, tenemos unidad pero con diferencias económicas y demográficas entre la Ciudad y la Provincia", insistió Kicillof el viernes en Animales Sueltos.

Los más duros acusaron a la Ciudad de correr riesgos innecesarios; quizás de ceder ante presiones políticas y económicas. El pico de contagios de los últimos días pareció darles la razón.

Enterado de las críticas, el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, salió a responder sutilmente en la conferencia de prensa del viernes:

  • “La cantidad de casos de la Ciudad es prácticamente la misma que en provincia” (traducción: no estamos peor nosotros que ustedes).
  • “No sé cuántos de los infectados (de Provincia) están en barrios vulnerables y cuántos no” (Traducción: abran sus números antes de acusarnos a nosotros)
  • “Esta es una enfermedad de problemática metropolitana” (traducción: somos lo mismo, no hinchen)
  • “Autorizamos salidas barriales que no generen transporte público” (traducción: lo mismo que en los municipios del conurbano; no nos corresponde a nosotros monitorear el transporte).
  • “Las medidas son de hace tres días; vamos a ver los efectos la semana que viene” (traducción: los infectados de hoy no tienen nada que ver con la apertura).

Larreta juega a ser el héroe y el villano de esta novela todo el tiempo. Con la popularidad en las nubes (es el segundo dirigente de mejor imagen del país debajo de Alberto), sabe que cualquier error lo puede dejar de un lado u otro de la cancha.

Puede ser Batman si logra proteger el sistema sanitario de la Ciudad, y contener a todos los casos graves que vengan de Provincia. La Ciudad atendió más de 600 pacientes no residentes.

Puede ser el Guasón, si la situación se le desmadra, si por la flexibilización terminan explotando los infectados en Capital y si a partir de eso empiezan los contagios en Provincia.

La línea es muy finita. Si se da el primer escenario, el futuro político de Larreta no tendría techo, se entusiasman algunos funcionarios en el gobierno porteño. Aunque en su entorno aseguran que en este momento “Horacio” no está pensando en política electoral, sino en sobrevivir.

Necesita estar bien con el gobierno nacional y el de la provincia para sortear este quilombo y no tener catástrofres de muertes. No hay especulación”, dicen desde uno de esos sectores que arman para “Horacio” (Más info de esto mañana en tu mail. Si te interesa anótate acá).

Los intendentes peronistas del conurbano bonaerense están cascoteando a Larreta por su apertura temporal. Temen por la aceleración de contagios en las villas porteñas que hoy suman un 30% de los contagios a nivel nacional.

Veamos la evolución del conflicto:

  • El lunes mismo (día de la flexibilización) firmaron un duro comunicado diciendo que ellos no flexibilizaban nada y manifestando su “preocupación” por la reapertura de comercios en CABA.
  • El viernes, cinco días después, salieron todos los intendentes a hablar en filita en una acción claramente coordinada.
  • Aunque Kicillof cuida las formas, algunos sectores de su gobierno apoyaron estas declaraciones.
  • El viernes también Kicillof se mostró con Fernando Espinoza, líder de La Matanza y le elogió su centro de control de la pandemia, un Black Mirror matancero que Axelito dijo querer copiar. Una forma de darle la derecha a los intendentes.
  • Durante esa recorrida también se despachó contra Larreta.
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Fernando Espinoza y Axel Kicillof
Fernando Espinoza y Axel Kicillof
  • Esta semana, van a lanzar escalonadamente nuevos controles para evitar que la gente en sus localidades vaya a Capital. Escenas de la guerra fría.

En la Ciudad insisten que el nuevo pico no tiene nada que ver con el aumento de la circulación de los últimos días: “Los resultados de la decisión oficial se van a ver en 10 días”, se defienden en el Gobierno porteño. Además, sostienen que crecen los infectados porque aumentaron los testeos (especialmente en Villas) pero que la mortalidad hoy en barrios vulnerables oscila en el 1%; muy por debajo del 4% municipal y del 5% nacional.

Y aclaran que la circulación en las calles en la Ciudad sigue siendo baja. “Que el gobernador se ocupe de controlar a los intendentes. En términos sanitarios tiene mucho más riesgo que acompañen a los padres a los comercios”, advierte un ministro clave en el control de la pandemia.

¿A qué obedece la crítica de los intendentes según la mirada de algunos funcionarios porteños? “A que los casos empiezan a explotar en los barrios populares de provincia. Es mentira que la curva se esté achatando. Los casos están y no los detectaste: no es real”, dicen.

En Provincia hay 1421 villas con 400 mil familias y 1,5 millones de personas. Solamente en Matanza y Lomas hay más de 50 mil hogares en barrios de emergencia. Quilmes tiene 34 mil.

El gobierno de la Provincia hasta ahora no da información segmentada de cómo está cada una de esas villas y hasta la semana pasada no emitía partes diarios. Algunos intendentes no están conformes con esa gestión.

Axelito se mantiene en silencio.

Raro en él que le gusta hablar. En el Gobierno nacional no se meten en la pelea. Pero una foto vale más que mil palabras. Viernes a la noche Alberto se difundió una imagen con Larreta y Santilli y le puso fin a la polémica.

“La Ciudad puede tomar estas medidas porque no las tiene que consultar con nadie, en cambio los intendentes necesitan la autorización del gobernador”. La explicación la ensayaban a principios de semana en provincia, mezcla de descripción de realidad con justificación a su quizás aliado político. La Ciudad de Buenos Aires actúa –como siempre- como un municipio autónomo. Es el híbrido que le asignó la Constitución: no es una intendencia, no es una provincia.

Ojo. Cualquier apriete que venga del lado de Kicillof o del kirchnerismo duro a Larreta, es un tiro por elevación al Presidente. Fue él (a través de su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero) el que autorizó la flexibilización de la actividad en la Ciudad.

Para el albertismo puro es más fácil negociar con Larreta que con Kicillof. Recordatorios varios:

  • Larreta se inició en política de la mano de "Palito" Ortega y junto con Sergio Massa
  • La base del primer PRO en 2003 (que se llamaba Compromiso por el Cambio) era el peronismo porteño del que Alberto Fernández es parte.
  • La primera lista de Diputados que acompañó a Macri en 2003 estaba integrada por Jorge Argüello (embajador en EE.UU y parte de la mesa de “amigos íntimos” de Alberto) y Cristian Ritondo, hoy jefe de bloque del PRO en Diputados.
  • Juan Manuel Olmos, jefe de asesores de Alberto, es muy amigo de Santilli, el vicejefe de Gobierno. Juntos cerraron todos los acuerdos de gobernabilidad para Larreta (y antes para Macri) en la Ciudad.

Los puentes existen. Habrá que ver cuándo se rompen. “Son incentivos a la cooperación y una historia en común que facilita la conversación”, relata un funcionario porteño.

Por las dudas, el Presidente hizo toda la semana su acting mostrándose en la vereda opuesta al macrismo: criticó a la gestión anterior cada vez que pudo y tuvo un fuerte roce con Vidal, la ahijada política de Larreta. ¿A quién le hablaba Alberto cuando criticaba a la oposición?

Sorprendió que Máximo Kirchner le dedicó unas palabras a Larreta la semana pasada en el cierre del debate de Diputados: “Si siente presión que cuente con nosotros”, dijo. Se refería al supuesto avance de algunos sectores del PRO para que levante la cuarentena. No quedó del todo claro si era una muestra de apoyo o un apriete para que no modifique su política… o ambas. También elogió un proyecto de Carrió para los barrios populares. Hoy Carrió está más cerca de Larreta que de los halcones del PRO.

Sin pensamiento económico

Las penurias económicas crecen. Igual no es tan grave que estemos mal. El problema es que cada vez vamos a estar peor: "No veo a nadie del Gobierno pensando en el día después de la cuarentena", dijo Alfonso Prat Gay, uno de los señalados por Alberto por sus críticas al manejo de la pandemia.

Nadie piensa en la Argentina en un horizonte de más de 10 días. Un ejemplo concreto es lo que pasa en el sistema de salud, una actividad que debería estar en temporada alta de inversiones y siendo fortalecida con financiamiento privado y estatal para prepararse para el pico de la pandemia.

Pero no. Todo el sistema está pasando un momento pésimo. No solo no pueden dar (ni cobrar) prestaciones (porque la gente se atiende), sino que además está absolutamente rota la cadena de pago.

Las obras sociales sindicales no están pagando porque no están cobrando aportes de sus empleados; se ve especialmente en gremios como gastronómicos, construcción y empleados de comercio que prácticamente llevaron a cero su actividad desde marzo. El Gobierno les debe plata del Fondo de Redistribución pero los giros, si existen, aparecen a cuentagotas.

Esto afecta a clínicas, médicos y farmacias: estas últimas tuvieron mucha actividad durante los últimos días de marzo, pero después bajaron hasta un 50% sus unidades vendidas respecto al año anterior. El gobierno los acaba de declarar sector en crisis y les permitió acceder a los ATP.

No hay nadie en el gobierno pensando en el día después… Es sorprendente cuando miramos los debates de los últimos 20 días por fuera del Covid:

  • Debates virtuales vs. Presenciales en el Congreso.
  • Las supuestas presiones del macrismo a la Justicia por las causas contra el kirchnerismo.
  • La reforma judicial.

Mientras la gente está viendo cómo llegar a fin de mes, cómo pagar el plato de comida de sus hijos, como educarlos, como alfabetizarlos, cómo evitar que los chicos, adultos y jubilados se depriman por el encierro... la política está preocupada por una reforma de una Justicia que temporalmente inactiva.

Algo en el sistema no está funcionando. La política, si se aleja mucho de la gente, tiene un problema a largo plazo.

Hablando de distancia, un empresario que dialogó con Matías Kulfas, ministro de Producción, lo vio con buenas intenciones pero sin comprender la magnitud de la catástrofe que viven los sectores que tiene que proteger.

No hay fotos de Kulfas en territorio recorriendo fábricas. Nobleza obliga: tampoco Guzmán, ni Mercedes Marcó del Pont, ni Claudio Moroni, ni Miguel Pesce o Cecilia Todesca, integrantes del gabinete económico.

Las cosas entre el kirchnerismo y Alberto no pasan por su mejor momento. Los ultra K ahora no solo tienen en la mira a Santiago Cafiero. También le apuntan a Wado de Pedro, el ministro del Interior y hombre que hasta ahora sentían propio.

Para evitar críticas, el viernes Wado se alineó y se sumó a la embestida oficial contra la oposición.

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