Tras la decisión del Gobierno de levantar la obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre en toda la Argentina, cinco provincias, hasta el momento, optaron por no adherirse a la iniciativa que entrará en vigencia a partir del 1 de octubre.
Tras la decisión del Gobierno de levantar la obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre en toda la Argentina, cinco provincias, hasta el momento, optaron por no adherirse a la iniciativa que entrará en vigencia a partir del 1 de octubre.
Córdoba, Río Negro, Salta, Jujuy y Mendoza son los cinco lugares del país en los que se confirmó que no acatarán la medida anunciada este martes por la ministra de Salud, Carla Vizzotti junto al flamante Jefe de Gabinete, Juan Manzur, debido a que evaluarán cómo evoluciona la situación sanitaria semana a semana.
"Llegada la fecha, el Comité Asesor Científico y la autoridad sanitaria provincial definirán las medidas a adoptarse conforme la realidad sanitaria que los mismos evalúen", se indicó desde la cuenta de Twitter del Gobierno de Córdoba.
En las últimas horas, desde el Ministerio de Salud salieron a aclarar que el levantamiento del uso del barbijo obligatorio al aire libre será a partir de octubre, luego de que en algunos casos se interpretara que la norma ya entraba en vigencia desde ayer mismo tras el anuncio.
Desde el equipo de investigación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) explicaron que los contagios pueden ocurrir al aire libre, pero las posibilidades se reducen enormemente. A su vez manifestaron que el aire libre dispersa y diluye el virus, y ayuda a evaporar las gotitas de líquido en las que se transporta.
Además, según su estudio, la luz solar ultravioleta debería matar cualquier virus que esté al aire libre.
Birgit Wehner, investigadora de aerosoles del Instituto Leibniz para el Estudio de la Troposfera, por su parte, afirma que las gotas que se exhalan se secan más rápido en el exterior y, por tanto, también se diluyen más rápidamente.
Según la OMS, si alguien está infectado, tal vez sin darse cuenta porque no tiene síntomas, liberará el virus al respirar, especialmente si tose.
Parte de eso se transportará en gotas, la mayoría de las cuales caerán rápidamente al suelo, pero podrían llegar a los ojos, nariz o boca si uno se encuentre a dos metros de distancia. Por consecuente, el consejo es evitar estar cara a cara tan cerca.
Por lo tanto, también al aire libre debe conservarse la regla de 1,50 metros o 2 metros de distancia. “Si no guardan esta distancia y si se miran cara a cara y hablan en voz alta, cantan o gritan, pueden infectarse por gotitas expelidas”, dijo el virólogo Alexander Kekulé en una entrevista con el medio DW.
“Cuanto más viento hace, la nube de aerosol producida cuando las personas hablan es arrastrada de forma natural”, explica el físico e investigador de aerosoles Gerhard Scheuch. El calor del cuerpo por sí solo crea un cierto flujo de aire que suele subir como una chimenea.
Según el científico, la mayor parte del tiempo, la temperatura corporal de unos 37 grados es más alta que la temperatura exterior. Por consecuente, "el aire más caliente sube, luego esa nube de aerosoles también sube”.
Los investigadores estadounidenses, por ejemplo, estudiaron las infecciones en regiones cálidas, frías, secas y húmedas de China y no encontraron ninguna relación entre las condiciones climáticas y el número de infecciones.
A su vez, como se explicó anteriormente, un estudio austriaco confirma que la radiación UV destruye los virus. “Sin embargo, en la infección directa de persona a persona, la radiación UV probablemente solo tiene un efecto menor”, subrayan los investigadores, ya que la infección puede producirse en cuestión de minutos.