Por su parte, en la casa del Gobernador los policías también echaron gas pimienta y uno de los efectivos resultó herido. Un escuadrón de infantería se hizo presente para custodiar la vivienda y generó más tensión.
Todo comenzó después del rechazo de la Policía local a la oferta de un 30% de aumento, ya que exigen que sea del 100%. Tras una decisión unánime, decidieron que van a seguir acampando, tal como lo vienen haciendo desde hace una semana.
Los manifestantes pudieron, tras algunos forcejeos, vencer la primera resistencia en el palacio provincial. Entonces actuó el Cuerpo de Operaciones Especiales (COE), que primero aguantó el embate y luego recuperó posiciones arrojando gas.
En las últimas horas, el ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, advirtió que echarán a los policías que participen de las protestas. “La sublevación es inadmisible y está fuera de la ley. No pueden utilizar bienes del Estado para protestar”, señaló Pérez en declaraciones a radio La Red.
El Gobierno Nacional dijo que es un problema provincial
El Gobierno tomó distancia de las protestas en Misiones: “Son temas de estricta jurisdicción provincial”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, desligó al Gobierno de las manifestaciones en Misiones por reclamos salariales de la policía, inicialmente, y luego de docentes y médicos que se sumaron a las protestas por aumentos de sueldo: “Entendemos que es un tema que lo va a resolver la provincia como corresponde”.