Este números también se refleja en distintos informes privados. Por ejemplo, el índice "Inflación de los Trabajadores", realizado por la Universidad Metropolitana (Umet) arrojó una inflación del 35,7% para todo el año. Es el instituto fundado por el sindicalista y líder del PJ porteño Víctor Santa María y dirigido por el ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Hacia mitad de año, el Gobierno esperaba tener una inflación de 32% en 2020. Si bien el número arrojó unos puntos porcentuales más, terminó siendo mucho más baja que la inflación de 2019, que había sido 53,8%. La recesión hizo lo suyo y ayudó a aplanar la curva.
Una inflación del 35% sería una buena noticia si no fuera porque los indicadores de diciembre (comparado con el mes anterior) marcan números preocupantes.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central especuló que la inflación de diciembre iba a ser del 4%, el mayor registro del año, impulsada por la suba de los combustibles y los alimentos.
Por su parte, la "Inflación de los Trabajadores" de la UMET dio 4,3% en diciembre respecto a noviembre. Con ese indicador, el piso para 2021 ya es muy alto. Distintos especialistas estiman que la suba de precios para este año será más parecida a la de 2019 (en torno al 50%) y que buena parte de los aumentos que no se dieron en 2020 como consecuencia de la recesión histórica se trasladarán a este año.
Como agravante, el Gobierno dictó un congelamiento de tarifas y apostó a hacer correcciones recién en marzo lo cual también le agrega presión a la inflación de 2021. Hay dudas sobre si se animará el ministro Guzmán a aplicar un ajuste tarifario en medio del año electoral.