El piso es el porcentaje dentro de la interna que tiene que alcanzar una fuerza para poder empezar colar diputados en la lista definitiva que competirá en noviembre. Mediante el sistema de cruzamiento D’hont es que se termina acomodando los lugares de las listas. Luego hay que sumarle la cuestión de cupo para definir los nombres.
El número causó sorpresa porque se tuvieron que plantar en 15 puntos cuando algunos miembros de la coalición querían que sea aún más bajo. ¿Por qué entonces buscarían algunos sectores imponer que se baje el piso? Porque con esa oportunidad se podía plantear la posibilidad de que el cruce de las listas termine siendo beneficiario para el partido más chico.
Ese piso, que consideran bajo sobre todo en el PRO, es a su vez una herramienta más que quiere utilizar el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para ampliar aún más Juntos por el Cambio. El primer lugar en la lista de Republicanos Unidos, el partido de López Murphy, será para el “Bulldog” mientras que quien encabece la lista de legisladores será Yamil Santoro.
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La interna ampliada para buscar más votos
En los restantes lugares es donde hay un principio de preacuerdo entre el PRO y Republicanos. “La lista se va a usar para intentar ampliar lo más posible el espacio. El núcleo fuerte van a ser claramente los liberales, pero también hay varios sectores del peronismo que se pueden sumar”, explican en Republicanos Unidos. Uno de los apuntados, por ejemplo, es el caso de Ramiro Marra, economista y candidato de Roberto Lavagna en 2019.
Para el cierre definitivo sólo resta última algunos detalles, van adelantando en el seno del PRO. Es que el piso que establecieron le daría la chance de que, con la proyección de 50 puntos de base que hacen en Uspallata, con el 7,5% de los votos López Murphy pueda colar candidatos en la lista de cara a noviembre.
Con ese número, dan por descontado que lograría entrar al Congreso y dos escaños en la Legislatura porteña. “Quiere competir fuerte”, replican como mantra en el entorno del economista.
Lo central que esperan, y que forma parte del acuerdo, es que López Murphy logre consolidar parte del voto liberal que se encuentra también representado en Javier Milei y José Luis Espert entre otros. Es que en Juntos por el Cambio no deben defender solamente los 51 puntos que logró Elisa “Lilita” Carrió en 2017 sino también los 12 que sacó Martín Lousteau que compitió por afuera.
Una elección de 63/64 puntos es algo que ven muy complicado pero de mínima, en el oficialismo capitalino consideran que necesitarán estar lo más cerca posible. Es que cada diputado que sume el Frente de Todos lo acerca más al quórum propio. “La batalla no está en el Senado en donde se va a mantener más o menos la paridad actual, en Diputados con cuatro diputados más te complican la vida”, analizan desde hace tiempo en Juntos por el Cambio.
El futuro de la Legislatura
En sintonía, el cierre de la interna con López Murphy no es el único tema en la cabeza de Rodriguez Larreta. La partida del vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Agustín Forchieri, que no podrá renovar su banca abrió la incógnita de quién podrá ser el sucesor y mandamás del cuerpo deliberativo porteño. La tradición en el PRO indicaría que, tal y como sucedió con Forchieri, Francisco Quintana, Carmen Polledo y Cristian Ritondo, sea el jefe del bloque el que asuma ese cargo.
En ese caso, el elegido sería Diego García Vilas, legislador de Confianza Pública y muy cercano a Graciela Ocaña. Sin embargo hay quienes ya empiezan a poner en duda que se mantenga la tradición. “Tiene que ser alguien del riñón de Rodríguez Larreta o de su más alta confianza”, sostuvo una fuente al tanto de las negociaciones.
De ahí la posibilidad de que el Secretario General, Fernando Straface, encabece la lista a legisladores para aterrizar directamente en ese lugar. Sin embargo hoy en día en la Legislatura también coexisten dos figuras de la más alta confianza de Rodríguez Larreta y de Diego Santilli. El primero es Claudio Romero, que fue el primer encargado de comunicación que tuvo el jefe de Gobierno, y el segundo es Matías López, integrante del círculo más pequeño del ministro de Justicia y Seguridad.
En la Ciudad dan por descontado que este fin de semana terminará de definirse la situación final para empezar a ordenar y poner en marcha el “modo campaña”.