La Jungla del Poder

La crisis total del PRO, la primera encuesta que da ganador a Milei y el misterio del "voto lanzallamas"

Javier Milei sigue creciendo en imagen e intención de voto. El sugestivo silencio de Mauricio Macri y los dilemas del PRO ante la candidatura de Patricia Bullrich.
Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Javier Milei en el escenario. (Foto: archivo)

Javier Milei en el escenario. (Foto: archivo)

Télam

En sectores del PRO hay preocupación por el futuro del partido. Muchos jóvenes se metieron en política de la mano de Mauricio Macri, que era el líder que venía a cambiar la Argentina. Debajo de él, un “dream team”: Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña, María Eugenia Vidal, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó.

El PRO fue en los últimos 20 años el mayor generador de cuadros políticos de la Argentina. A diferencia del kirchnerismo (de igual o mayor peso relativo), el PRO logró ir construyendo figuras políticas y técnicas en todas las áreas y en todo el país. Desde intendentes que fueron funcionarios de Macri en la Ciudad como Néstor Grindetti (Lanús), Guillermo Montenegro (Mar del Plata) o Diego Valenzuela (Tres de Febrero); hasta gobernadores como Ignacio Torres (Chubut) o Rogelio Frigerio (Entre Ríos, que aún debe superar la prueba de las generales).

Pero más allá de estas caras visibles, hay toda una camada de gente que se metió en política pensando que se podía hacer algo diferente, pero desde la política y la construcción democrática.

El fenómeno se describe muy bien en el libro Mundo PRO (Vommaro, Morresi, Belloti). Cuenta cómo el partido se fue formando entre estudiantes y graduados de la UCA, San Andrés o la Di Tella; CEO’s de empresas locales o multinacionales; gente del mundo de las ONGs y dirigentes con apellidos tradicionales de la política argentina.

Esa construcción, que empezó en 2003, permitió por primera vez que la clase social dominante de la Argentina pudiera construir un instrumento electoral para llegar al poder por medio de alternativas que no sean los golpes de Estado.

Fue una construcción cuidada artesanalmente por su líder y dueño, Mauricio Macri, durante 20 años. Para llegar el poder, tuvo que aliarse con la UCR y con la Coalición Cívica para “ganar el centro” y ganarle al kirchnerismo.

Pero 20 años después, todo ese modelo hoy está absolutamente roto. Principalmente, porque el dueño del espacio, Mauricio Macri, entendió que puede prescindir de toda la estructura que él mismo creó y que en muchos casos lo limitó para concretar sus planes de transformación de la Argentina. Hoy, Macri ve en Javier Milei la posibilidad de efectivizar ese proyecto.

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Mauricio Macri ve en Javier Milei la posibilidad de concretar el proyecto que él no pudo cumplir cuando fue gobierno (Foto: archivo).

Mauricio Macri ve en Javier Milei la posibilidad de concretar el proyecto que él no pudo cumplir cuando fue gobierno (Foto: archivo).

El silencio de Macri

No lo va a decir explícitamente, pero sus gestos hablan más que mil palabras. En el peor momento del PRO desde que irrumpió en la vida política de la Argentina, Mauricio Macri decidió irse a jugar un torneo de bridge. Y deja correr los rumores de una posible alianza con Milei.

Ya no se trata de formar cuadros técnicos para llegar al Estado y transformar la realidad, sino directamente de destruir el Estado desde adentro. Muchos sectores que apostaron en su momento por esta construcción política-democrática que había fundado Mauricio Macri, hoy aparecen en crisis y no saben cómo seguir.

Un ejemplo de esto se vio esta semana con las renuncias de María Migliore, ministra de Desarrollo Humano de la Ciudad, y de Christian Werle, director del IVC. Eran funcionarios que tuvieron a su cargo la integración de villas en la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión Larreta y que jugaron directa o indirectamente con Martín Lousteau

Creen que la caída en desgracia tiene que ver con la mirada que el líder -Mauricio- tiene sobre estas políticas que implican entregar escrituras de vivienda a gente que había usurpado esos territorios. Cerca de Jorge Macri desmienten que él haya tenido intervención en la partida de estos funcionarios.

Otra señal de alarma en se dio por la falta de diálogo con el radicalismo para ver cómo seguir en la Ciudad. La candidatura a vicejefa quedó en manos de Clara Muzzio, una PRO pura. En la UCR sospechan que el fundador del PRO no quiere tenerlos en el Gabinete porteño. Solo querrían que vuelvan los sectores vinculados a Daniel Angelici, que antes respondían monolíticamente a Macri.

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En el peor momento del PRO, Mauricio Macri decidió irse a jugar un torneo de bridge (Foto: archivo).

En el peor momento del PRO, Mauricio Macri decidió irse a jugar un torneo de bridge (Foto: archivo).

Milei y los problemas de Recursos Humanos

Algunos sectores del PRO ligados a Mauricio Macri ven en el ascenso de Milei una oportunidad. Especialmente porque creen que el libertario tiene una debilidad imposible de ignorar: la falta de cuadros técnicos para llenar todos “los ravioles” del Estado, aun cuando prenda fuego unos 15 ministerios.

En las últimas horas, trascendió el nombre de quien podría ser su ministro de Economía. Se trata de Héctor Rubini, un profesor gris de economía de distintas universidades con nula experiencia de gestión. “Es un loco lindo, más loco que lindo”, describe un exalumno. Se lo conoce en los claustros como un hombre “desbolado” con dificultad para hilar ideas y de sus silencios interminables.

En el entorno de Milei no creen que finalmente vaya a ser nombrado. Pero el solo hecho de que se lo mencione habla mucho del espacio. Este nombre se suma al de Sandra Petrovello -la profesora de reiki, que quedaría a cargo del superministerio de Capital Humano- o Santiago Viola -ministro de Justicia y exabogado de Lázaro Báez-, entre otros.

La apuesta de Patricia Bullrich

Más allá del coqueteo con Milei, adentro del PRO se siguen preguntando por qué perdieron una elección que parecía cocinada. Hay un sector que piensa que no se logró conectar con la gente por culpa de la corrección política.

Muchos dudan también del potencial de Patricia Bullrich. No deja de ser la casta. “Hoy la gente pide mano dura y vos te ponés políticamente correcto. Y encima venimos de una interna que nos dejó expuestos como lo peor de la política tradicional”, se queja un dirigente que integra las listas de Bullrich.

Son muchos los que creen que el partido está casi liquidado. Pero también ven que hay una esperanza. Tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Provincia, Milei salió tercero. Esos dos distritos representan el 50% del padrón electoral. Esos dos son los territorios para recortar votos y meterse en el balotaje.

Primera encuesta de Milei Presidente

En todo este escenario se publicaron las primeras encuestas pos-PASO. “Si no le pegaron una, ¿qué importa lo que digan hoy las encuestas, Pablo?”, puede preguntar un desprevenido.

Error. Las encuestas no pifiaron. Es como abrir la página del servicio meteorológico nacional, preguntarle si va a llover de acá a octubre y -si no acierta- criticarlo por la falta de resultados.

Los que siguen esta columna pudieron ver distintas encuestas, curadas y analizadas. En algunos casos fallamos el análisis y en otro lo acertamos

Hace un año te contábamos que Milei era el dirigente con mejor imagen del país.

También te anticipamos en abril que Milei tenía chances reales de llegar al poder.

10 días antes de las PASO te contamos que el 30% de la gente iba a decidir a último momento.

Las encuestas no mintieron. Hay que saber leerlas correctamente.

En ese sentido, una de las que más se acercó al resultado de las PASO fue Opinaia, que tiene el mérito de no trabajar regularmente para ningún espacio político nacional. En la semana previa a las PASO les dio:

  • Milei: 23%.
  • Patricia: 18%
  • Horacio: 14%
  • Massa: 21%
  • Grabois: 5%

Había mucho indeciso que evidentemente fue para Milei.

La nueva encuesta que salió este sábado tiene los siguientes números:

  • Milei: 35%
  • Massa: 25%
  • Bullrich: 23%
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Quizás consciente de este resultado, Massa apuesta todo a polarizar con Milei. Además sabe que es la mejor chance que tiene para meterse en balotaje y ganarle. Por eso en estos días empezó a hablar de generar un gobierno de unidad nacional. Sabe también del descontento de sectores de Juntos por el Cambio con el PRO y con Mauricio Macri.

Es la primera encuesta pospaso y se lo mide a Milei en su mejor momento. Todavía está lejos de ganar en primera vuelta. No obstante, prácticamente tendría garantizada la victoria si llega al balotaje.

  • Le gana a Massa 49 a 30
  • Y le gana a Bullrich 39 a 31.
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Dos datos más de la encuesta:

  • En el último mes creció exponencialmente la inseguridad como “principal problema del país”. Aumentó más de 10 puntos, quedando apenas por debajo de la inflación. Quizás el crimen de Morena -la nena asesinada en Lanús cuando intentaban robarle el celular- fue el gran cisne negro de la elección.
  • Un 12% de los que votaron a de Bullrich en las PASO evalúa votar a Milei en las generales; 23% de los votos de Horacio se va con el libertario y apenas 56% se retienen dentro de Juntos por el Cambio; 34% de los que no fueron a votar dice que va a ir esta vez a votar a Milei. ¡Atentos Massa y Bullrich con el plan de ir a buscar a los que no fueron en las PASO!
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El "voto lanzallamas"

Un estudio del Hub de Conocimiento Insight 21 -de la universidad Siglo 21- intenta analizar los motivos de este voto sostenido a Javier Milei y hace una distinción entre este votante y el “voto castigo” que se expresó en 2001. El estudio habla de “voto temerario”, aunque acá lo rebautizamos “voto lanzallamas” para hacerlo más claro: arrasar con todo y ver si después surge algo mejor.

“En el ‘voto castigo’, el votante puede manifestar su descontento apoyando a un partido político alternativo bien consolidado”, expresa el paper.

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En el “voto lanzallamas”, la gente se inclina “por opciones novedosas y más extremas”. Se trata de arrasar con todo y ver si después surge algo mejor (Foto: archivo).

En el “voto lanzallamas”, la gente se inclina “por opciones novedosas y más extremas”. Se trata de arrasar con todo y ver si después surge algo mejor (Foto: archivo).

En cambio, en el “voto lanzallamas”, se inclinan “por opciones novedosas y más extremas”.

“Este tipo de voto está motivado por la búsqueda de cambios significativos (aunque conllevan alto riesgo) y ocurre principalmente en escenarios donde se percibe un futuro negativo inminente”, desarrolla el documento. “Cuanto mayor sea la percepción de indefensión respecto al futuro, mayor la disposición a asumir riesgos”, agrega.

El “voto lanzallamas” se expresa cuando hay una sensación de "nada que perder”.

El mismo estudio ofrece algunos números:

  • 60,4% dice que no tiene recursos económicos para satisfacer sus necesidades
  • 77,3% cree que no hay transparencia en la gestión del Estado
  • 78,5% cree que la Argentina no va a mejorar

Ese es el contexto en el que gana Milei. Un candidato que según la misma encuesta tiene un índice de confianza más bajo que sus competidores (31,25%), pero que a la vez es el que más genera esperanza o percepción de cambio (con el 54,8%).

Locuras y contradicciones del “voto lanzallamas”.

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