Una cámara clave para sostener vetos y negociar leyes
El Senado es el espacio donde se definen los nombramientos judiciales, se debaten proyectos sensibles y se pueden ratificar o rechazar vetos presidenciales. Por eso, ganar volumen en esta cámara es una prioridad para el oficialismo, que hoy se encuentra en clara desventaja frente al bloque peronista y sus aliados. El tercio también le permitiría a Milei bloquear un eventual juicio político.
La mecánica de reparto por mayoría y minoría obliga a los partidos a concentrar votos en pocas listas. Si una fuerza oficialista se ubica tercera en una provincia, queda directamente sin representación, incluso si obtiene una buena cantidad de sufragios. Esta lógica potencia el valor estratégico de los distritos en juego, y refuerza la importancia de los acuerdos con aliados provinciales.
Según estimaciones internas, el oficialismo considera que una elección favorable podría llevarlo a alcanzar entre 14 y 21 senadores propios. Esto le permitiría bloquear iniciativas opositoras, aun sin llegar a la mayoría absoluta. En cambio, un resultado adverso consolidaría la actual mayoría opositora, reduciendo el margen de maniobra del Ejecutivo.
En esa disputa, el Senado aparece como una pieza central del tablero institucional.