Las benzodiacepinas —mencionadas en el parte médico— son fármacos de uso controlado que reducen la ansiedad y ayudan a dormir. Su efecto es depresor del sistema nervioso, por lo que combinarlas con alcohol o cocaína puede resultar extremadamente peligroso.
En dosis altas o sin control médico, pueden causar somnolencia extrema, pérdida de reflejos, descoordinación, confusión mental, alteraciones cardíacas y, en casos graves, paro respiratorio.
Expertos consultados por distintos medios explicaron que el uso prolongado o forzado de estas drogas genera un estado de dependencia psicológica que vuelve a la víctima más vulnerable, dificultando su percepción de peligro o su capacidad para reaccionar. Esa combinación habría sido parte del método de control que García Gómez ejercía sobre la artista.
Uno de los momentos más desconcertantes de esta historia ocurrió durante la madrugada del día posterior a su rescate. Según relató Ninci, Lowrdez Fernández decidió abandonar el hospital por sus propios medios, acompañada por una amiga y sin recibir el alta médica formal. La salida se produjo alrededor de las 2:30 de la mañana, bajo la mirada de los equipos de seguridad que custodiaban el ingreso del Fernández.
La periodista aseguró que la cantante se negó a mantener contacto con su madre, con quien mantiene una disputa judicial. “Pidió ayuda para irse del hospital sin verla”, reveló Ninci, subrayando que la decisión sorprendió incluso a los profesionales que la atendían. Este gesto, interpretado como una búsqueda desesperada de independencia, también deja en evidencia el aislamiento emocional y la tensión familiar que rodean el caso.