El valor corresponde a la división de las muertes por COVID-19 y el total de casos confirmados en lo que va de la pandemia. Hace dos meses, de cada 1000 contagiados, 20 fallecían. Ahora, esa cifra aumentó a 25.
El valor corresponde a la división de las muertes por COVID-19 y el total de casos confirmados en lo que va de la pandemia. Hace dos meses, de cada 1000 contagiados, 20 fallecían. Ahora, esa cifra aumentó a 25.
Un aumento en la letalidad acumulada puede entenderse de la siguiente manera: en los dos últimos meses, las muertes aumentaron más que los nuevos casos detectados. Esto puede implicar que se esté subdiagnosticando la cantidad de casos: es más difícil ocultar las muertes que los contagiados leves.
En la Ciudad de Buenos Aires se confirmaron 2.703 muertes por COVID-19 y 106.762 contagios. La división entre ambos números resulta en la tasa de letalidad acumulada actual, del 2,53%. El 10 de julio, ese valor era 1,8%.
El aumento fue un poco menor entre los pacientes que residen en barrios vulnerables. Allí, la tasa de letalidad era del 1% y ahora es el 1,23%.
Según los números más recientes del gobierno porteño, que informa en su reporte diario, fallecieron 195 pacientes que viven en barrios vulnerables sobre el total de 15.794 que se hisoparon y dieron positivo.
Durante los últimos dos meses, que reportaron una continua suba de la letalidad, la positividad y los hisopados totales no mantuvieron una tendencia consolidada.
Por un lado, la positividad de los testeos porteños -que, dicho sea de paso, registra valores altos y superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud- fue de 39%, según el promedio de los valores de la última semana. Hace dos meses, ese indicador estaba apenas más alto, en 41,6%. En el transcurso de esos dos meses, la positividad se redujo durante un mes y volvió a subir en los últimos días.
Por otra parte, si se analiza la cantidad total de hisopados que se realizan por día, solo en la última semana se registró una leve caída. Sería poco probable que el aumento de la letalidad, que mantiene esa tendencia hace casi dos meses, se deba a la reducción de testeos de los últimos 10 días.