Cristina Fernández de Kirchner volvió a aparecer públicamente este domingo, esta vez a través de un mensaje de audio enviado al Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades que se desarrolla en Corrientes.
La expresidenta envió un audio al Encuentro Plurinacional de Mujeres en Corrientes, donde vinculó su situación judicial con la crisis económica del país.
Cristina Fernández de Kirchner volvió a aparecer públicamente este domingo, esta vez a través de un mensaje de audio enviado al Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades que se desarrolla en Corrientes.
El encuentro, rebautizado por los organizadores como “Plaza Cristina Libre”, reunió a cientos de militantes de organizaciones sociales, sindicales y agrupaciones feministas que reclamaron por la liberación de la ex mandataria. Desde allí, se escuchó el audio que Cristina envió especialmente para la ocasión.
En su inicio, agradeció la convocatoria y buscó encuadrar su situación personal en un contexto más amplio: “Sé que las compañeras militan por nuestra libertad, y no digo mi libertad, porque no soy la única privada de su libertad en la Argentina actual”.
A lo largo de su mensaje, la ex presidenta sostuvo que su detención “no es un hecho aislado”, sino parte de lo que definió como una estrategia de disciplinamiento político y social. “La libertad no es caminar por la calle, es poder decidir la vida que cada uno tiene derecho a construir con su trabajo en un país libre de verdad”, afirmó, marcando la primera línea discursiva que atravesó todo el texto: la idea de que su prisión domiciliaria es una metáfora de la falta de libertad de millones de argentinos.
En distintos tramos del mensaje, Cristina vinculó directamente su situación judicial con el momento económico que atraviesa el país. “Hoy hay millones de argentinos endeudados, hipotecados, privados de la libertad de decidir”, señaló, antes de agregar que observa un clima de tristeza e incertidumbre generalizado. “Me cuentan que la gente está muy desesperanzada. Hay una tristeza infinita”, remarcó. También habló del cierre de comercios y fábricas “todos los días” y de lo que consideró una pérdida progresiva de derechos básicos: “Cada vez tenemos menos tiempo para la familia, menos chances de tener una casa, un auto o unas vacaciones”.
Pero la frase que más repercusión generó fue su afirmación de que su detención es sobre todo un mecanismo de disciplinamiento político: “Que yo esté privada de mi libertad y proscripta es la metáfora perfecta y disciplinadora de una Argentina a la que le están liquidando sus posibilidades de desarrollo y crecimiento económico”. Con este tramo, Cristina dejó planteado que su prisión no solo la afecta a ella, sino que busca enviar un mensaje al resto del sistema político y social.
Sin mencionar directamente al Gobierno, la ex mandataria introdujo críticas a la administración actual y volvió a recurrir a una de sus referencias culturales más frecuentes: El Eternauta. Desde esa metáfora, remarcó la importancia de lo colectivo y la necesidad de construir un proyecto común.
“Va a depender del esfuerzo y el trabajo que hagamos en convencer al resto de los argentinos de que se merecen una vida mejor. Depende de juntar el esfuerzo individual con el de millones en un proyecto colectivo, porque nadie se salva solo”, expresó.
Mientras se escuchaba el audio en Corrientes, militantes desplegaron una enorme bandera bajo el puente que une la provincia con Chaco, con la consigna “Cristina libre”. Esa frase se repitió en remeras, pañuelos, carteles y cantos que acompañaron la jornada. Durante todo el fin de semana, el Encuentro Plurinacional había tenido múltiples actividades y debates, muchos de los cuales ya aludían directamente a la situación judicial de la ex presidenta y a la consigna “no hay democracia con proscripción”.