En mayo pasado, Crous dio un primer paso hacia el nuevo rumbo: abandonó su rol de querellante en las causas Los Sauces y Hotesur, donde se investigan supuestas maniobras de lavado de dinero de la familia Kirchner a través de la actividad hotelera.
Crous argumenta que la OA nunca tuvo la cantidad de personal requerida para cumplir adecuadamente todas sus funciones y que, por el contrario, las recientes bajas de recursos humanos propulsa la decisión de terminar con su papel de querellante. "Habrá de disponerse el desistimiento del rol de querellante en los procesos penales en los que se interviene en tal carácter", determina el escrito.
Esta mañana, Crous afirmó que está "reperfilando" a la Oficina Anticorrupción "de acuerdo con lo planificado" desde que asumió el cargo. "Es mi mirada y es lo que hablé con el Presidente", afirmó, en una conferencia, en la que explicó que está tratando de convertir a la OA en "un motor de políticas públicas, dejando paulatinamente el rol de litigio".